PáginaI12 En Bolivia
Desde Cochabamba
La salud del presidente Evo Morales genera preocupaciones y todo tipo de conjeturas, por la escasa información que sale del Palacio Quemado. Se sabe que está en La Habana, Cuba, para tratarse de una dolencia en la garganta que acarrea desde hace tres meses, pero que se pronunció dolorosamente a partir del 22 de enero, cuando brindó durante casi cuatro horas su informe de gestión a la Asamblea Legislativa Plurinacional. Ayer se supo que cinco otorrinolaringólogos bolivianos lo revisaron y lo medicaron en este lapso, sin que el dolor abandonara a Morales. Quienes lo atienden en la isla afirmaron que hasta mañana, cuando concluyan una serie de estudios clínicos, no se apresurarán a dar un diagnóstico. Mientras el presidente no regrese al país, quedó a cargo de llevar la agenda política el vicepresidente, Alvaro García Linera.
“Ya le han tratado cinco médicos y, a pesar de que le han recetado varios medicamentos, hasta ahora no ha podido sanarse. Con esa preocupación de sanarse más rápidamente y que los diagnósticos sean mucho más exactos es que ha optado por viajar a Cuba”, dijo ayer el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, en conferencia de prensa.
“El problema de la garganta se le ha complicado. No ha podido sostener los discursos y eso tiene tendencia a agravarse. Sabemos que un mal, si no es bien cuidado, suele complicarse. Por eso se le recomendó al presidente hacer un tratamiento adecuado”, agregó. El viaje de Morales a Cuba, que en un primer momento no tenía que durar más de 24 horas, fue decidido luego de una reunión de gabinete.
“El presidente tuvo que viajar por razones de salud. Tiene una afección en la garganta a la cual ya se estaba haciendo seguimiento desde días atrás, pero este tema ahora se ha complicado. En la mañana habíamos tenido una reunión de gabinete y el gabinete había hecho una evaluación. Por recomendación y prescripción médica, se determinó que nuestro presidente tenga una evaluación de rutina en la hermana república de Cuba”, contó el ministro de la Presidencia, René Martínez.
El pasado viernes de Carnaval, resultó extraño que Morales se perdiera la tradicional ch’alla de la Casa de Gobierno, aunque su presencia estaba programada. Hoy se inaugurará en la ciudad de La Paz la quinta línea de teleféricos (la Azul), y aunque también se esperaba que estuviera el presidente, tendrá que cortar la cinta García Linera.
Desde la oposición, criticaron que el presidente Morales se fuera a hacer atender tan lejos. “Viaja a Cuba por una afección en la garganta, habiendo muchísimos bolivianos que tienen afectados los riñones, que tienen cáncer y que no tienen las condiciones para ingresar ni a un centro médico. El presidente se da el lujo, cuando en Bolivia tenemos doctores que son buenos en su área”, indicó la senadora opositora por Unidad Demócrata Jeanine Añez, que representa al departamento de Beni.
La respuesta del oficialismo no tardó en llegar. “Quiero aclarar de manera contundente que el presidente ha estado durante más de un mes y medio tratándose en Bolivia con más de cinco especialistas en el área de otorrinolaringología, que es el área de medicina que corresponde, sin los resultados esperados. Por eso es que acude a esta otra alternativa”, sostuvo la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño. “Nosotros pedimos al presidente que consulte en Cuba y nosotros creímos pertinente eso, porque la salud no es juego”, dijo.
El único funcionario que arrojó un diagnóstico fue el ministro de Defensa, Reymi Ferreira: “Es un problema de sinusitis, eso dijeron los médicos”, aseguró. Y agregó que Morales tiene recetado hacer mucho reposo. Dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), se cree que las jornadas largas de trabajo también pudieron haber afectado al organismo del mandatario.
“Es preocupante el estado de salud del Presidente y esto es emergente de ese intenso trabajo que realiza desde tempranas horas de la mañana hasta horas de la madrugada”, dijo el diputado oficialista Víctor Borda. De todas maneras, aún persiste el interrogante en torno a la salud del presidente.