Ante la denuncia por una supuesta discriminación por orientación sexual presentada en su contra, Mónica Berzoni, presidenta del Consejo Escolar de Moreno, refutó la acusación: “Hay varios aspectos en este tema que hay que aclarar. Lo primero que quiero decir es que no conozco y nunca me reuní con Andrea Simone (la portera de escuela que dijo no haber accedido a la titularidad en su cargo por ser lesbiana). Esa escena que ella describe acusándome de gritarle cosas que yo no pienso nunca existió. Nunca vi a Andrea Simone y nunca le grité nada. Los que me conocen saben que no es mi estilo gritar”. 

Y continuó: “Además, yo no tengo nada que ver con la carga de datos para el puntaje de los postulantes, ni docentes ni no docentes, y no tengo ninguna posibilidad de modificar los datos o los puntajes. Los consejos escolares no son autárquicos, dependen de la Dirección General de Consejos, que es la que revisa la veracidad de los títulos invocados y su validez. Entre el primer y el segundo listado, la dirección revisa y controla los certificados presentados. Hay en este momento 130 aspirantes cuyos títulos secundarios han sido rechazados por ser apócrifos. Y todavía se está haciendo la investigación de antecedentes, no están los listados definitivos todavía. Estamos en la etapa de corregir los errores de carga que pudiera haber. Detectamos algunos y los estamos arreglando. Por eso hay dos listados, para que todos puedan controlar lo que aparece”.

Berzoni consideró que la denuncia “es todo un armado político de la UPCN, uno de los gremios por los que pueden optar los auxiliares. Yo denuncié penalmente a gente de UPCN de Moreno por falsificar mi firma e introducir antecedentes falsos en los listados de personal auxiliar para las escuelas. Esto es un problema político y no un tema de discriminación, que no existió. Y por eso hubo un escrache en mi contra en Moreno. A muchos se les termina el negocio de vender títulos. El problema es que para que podamos hacer la denuncia por los títulos falsos, tiene que haber alguien que denuncié dónde y a quién se lo compró”.

Y concluyó: “Esta situación me generó muchos problemas personales y laborales. Es indignante que en lugar de dedicarme a mi trabajo tenga que estar dando explicaciones a mis superiores y a todo el mundo para defenderme de algo que nunca existió, como quedará demostrado cuando el Inadi me cite”.