En el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre, la Dirección de la Especialización y Maestría en Derechos Humanos que se dicta en el Universidad Nacional de Salta (UNSa) y la Mesa de Derechos Humanos de la Provincia, el conversatorio se propone “aportar nuevos elementos de debate sobre la última dictadura militar y sus secuelas en el presente”.
El conversatorio “Diálogos entre voces de la memoria, la verdad, la justicia y la resistencia” se hará el 9 de diciembre, entre las 17 y las 19.30, en el Palacio Zorrilla (Buenos Aires 177). Participarán Florencia Lance y Mariana Dopazo, ex hijas de genocidas; Blanca Lezcano, de la Asociación Familiares de Detenidos – Desaparecidos de Salta, y Martín Arancibia, hijo de desaparecidos. Es una actividad libre y gratuita.
Mariana Dopazo se cambió legalmente el nombre tras una elaboración de treinta años. Es psicoanalista y docente universitaria e investigadora. Integra el Área Subjetividad y DDHH de Territorios Clínicos de la Memoria (TeCMe), donde forma parte de la investigación “Genocidio y filiación”.
El impacto que produjo el fallo del 2x1, dictado en 2017 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y que beneficiaba a represores, provocó una ola de repudio generalizado. En ese ámbito surgió una voz inédita: la voz de los hijos y las hijas de los genocidas que por primera vez hicieron hicieron público el repudio a sus progenitores. Mariana Dopazo, ex hija del represor Miguel Etchecolatz, fue una de esas voces. “La justicia se volvió injusticia”, sostuvo al referirse a que el propio Estado impulsó políticas de impunidad a través del Poder Judicial.
Aunque había un antecedente más lejano en el tiempo, el de Rita Vagliati que en 2004 pidió suprimir el apellido de su padre represor, al impulso contrario al 2 x 1, ex hijas de genocidas recurrieron a la Justicia para anular sus apellidos paternos emparentados al horror. "Se trató, y se trata, de construirnos una identidad que esté acorde con nuestros ideales. Con nuestras convicciones. Convicciones que tenemos, que sabemos y sentimos muy fuerte desde hace muchos años que es que estructuralmente somos diferentes a los progenitores”, sostuvo Mariana en una ponencia en fecha cercana al 2 x1 (https://www.pagina12.com.ar/56302-no-le-permito-mas-ser-mi-padre ).
Florencia Lance es ex hija de Eduardo Lance, aviador del Ejército, procesado por vuelos de la muerte que partían desde Campo de Mayo durante la última dictadura cívico-militar.
Es trabajadora estatal. Entre 2000 y 2011 trabajó en la Administración de Parques Nacionales. Entre 2007 y 2011 vivió en Salta y fue parte del equipo, junto a Eloy López y otrxs compañerxs, que trabajó para la creación de un área protegida en Pizarro, en el Chaco salteño, con la comunidad wichí. También formó parte del colectivo que realizaba el suplemento de derechos humanos: “Otros territorios”.
Luego volvió a la ciudad de Buenos Aires y comenzó a trabajar en el INTA en el área de extensión rural, desde donde acompaña proyectos de formación popular y comunicación rural comunitaria con organizaciones de la agricultura familiar, campesina e indígena. En 2018 hizo público su testimonio de hija de un aviador de los vuelos de la muerte. Contó que se sintió profundamente conmovida por la historia de Mariana Dopazo, y la de Erika Lederer. "Creo que fueron claves para pensar que podíamos tener una voz pública. Ahora hay dos grupos de ex hijos y de hijos. Y me parece que es una buena noticia que haya dos, tres, miles, y grupos de supermercadistas chinos que repudian a los genocidas, que no les quieran vender una botella de vino. Que no haya nadie que los apoye. Que los terapeutas piensen sobre esto, que los supermercadistas chinos piensen cómo dejar de venderles porque esto es una tragedia que es imposible de resolver hasta no ir a fondo. Y claro que comienza por la memoria, verdad y justicia y por los juicios, sin duda", aseguró.
Precisamente, el conversatorio se propone indagar sobre la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia con familiares de detenidos políticos y desaparecidos de Salta; el rol de los organismos de derechos humanos, la desobediencia, la desafiliación, el cambio de apellido y el rol de la justicia reconociendo el derecho a una nueva filiación. También se propone un intercambio sobre el feminismo como posibilidad de romper con la complicidad y el mandato patriarcal.