Un iraní retenido en Estados Unidos y un estadounidense en la misma situación en la República Islámica fueron liberados, indicaron este sábado el canciller iraní y el presidente estadounidense, Donald Trump, en lo que parece ser un intercambio de presos entre los dos países enemigos. Este sábado fueron liberados el científico iraní Masud Soleimaní, acusado el año pasado en EE.UU. de intentar exportar material biológico a Irán, y el investigador estadounidense Xiyue Wang, arrestado en 2016 en el país persa y condenado por espionaje.
El primero en dar la noticia fue el canciller iraní, Mohamed Yavad Zarif, quien explicó por Twitter que el intercambio involucró al estudiante graduado Xiyue Wang y al científico Massoud Soleimani. Zarif dijo que el canje se logró con la mediación de Suiza.
"Contento de que el profesor Massoud Soleimani y el señor Xiyue Wang se reúnan pronto con sus familias", dijo Zarif. "Muchas gracias a todos los implicados, en particular al gobierno suizo", agregó. La embajada suiza en Teherán se encarga de velar por los intereses de Estados Unidos en Irán desde que la embajada estadounidense fue clausurada en 1979 tras una toma de cientos de rehenes por parte de estudiantes islámicos, una crisis que duró 444 días.
Tras el anuncio de Zarif, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en un comunicado que Wang, que también es ciudadanos chino, había sido liberado y que regresará a Estados Unidos. "Mr. Wang había estado preso bajo el pretexto de espionaje desde agosto de 2016. Agradecemos a nuestros socios suizos por su asistencia para negociar con Irán la liberación del señor Wang", agregó el comunicado, difundido por la Casa Blanca.
A su vez Trump pidió a Irán hacer un "trato juntos" y agradeció al país persa la negociación "muy justa" que resultó en un intercambio de presos, en un momento de elevada tensión bilateral. "¡Gracias a Irán por una negociación muy justa. ¿Ven? Podemos hacer un trato juntos!", dijo en Twitter el mandatario. Trump no ofreció más detalles sobre el trato que propuso a Irán pero, en declaraciones a la prensa, un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, reiteró que el mandatario sigue dispuesto a reunirse con las autoridades iraníes para hablar de cualquier tema.
"El presidente Trump lo ha dejado muy claro, está dispuesto a reunirse con los iraníes sin condiciones previas para hablar de todos los temas, incluido el programa nuclear de Irán, desde luego el retorno de los rehenes estadounidenses y acabar con el programa de misiles balístico en Irán, así como sus actividades malignas en la región", apuntó el citado funcionario. EE.UU. ha insistido en que la liberación de estadounidenses retenidos en Irán es vital en cualquier negociación.
Trump insistió sobre ese punto en Twitter. "¡EE.UU. no descansará hasta que traigamos de vuelta a cada junto a sus seres queridos a cada estadounidense que ha sido detenido injustamente en Irán y en todo el mundo!", prometió. El mandatario acompañó su mensaje con un tuit de la embajada de EE.UU. en Suiza y con una foto en la que aparecen abrazados el embajador estadounidense en la Confederación Helvética, Edward McMullen, y Wang, que aparece sosteniendo en una mano una bandera estadounidense doblada.
El intercambio de prisioneros se produjo en Zurich y comenzó a negociarse "con intensidad" en las últimas "cuatro o cinco últimas semanas", según explicó el citado funcionario. Wang fue recibido por el enviado especial de EE.UU. para Irán, Brian Hook, y ambos viajaron juntos a Alemania, donde el estadounidense será sometido a una serie de exámenes médicos antes de regresar a EE.UU.
El intercambio de presos se produjo en un momento de gran tensión debido principalmente a las sanciones impuestas por EE.UU. contra Irán tras retirarse de modo unilateral del acuerdo nuclear de 2015. A pesar de las tensiones, Trump ha reiterado en varias ocasiones su disposición a negociar con la República Islámica y, de hecho, intentó sin éxito reunirse con su homólogo iraní, Hasán Rohaní, en Nueva York en septiembre, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.
Aunque el intercambio es una victoria para ambos países, su concreción ocurre mientras Irán enfrenta todavía las consecuencias de una ola de protestas que según estimaciones no oficiales dejó más de 200 muertos el mes pasado. Varios occidentales, incluyendo ciudadanos estadounidenses, siguen detenidos en Irán, y analistas creen que su suerte podría formar parte de negociaciones futuras en momentos en que colapsa cada vez más el acuerdo internacional por el programa nuclear iraní firmado en 2015 entre Teherán y las mayores potencias.