La marcha que la CGT realizará el próximo martes, sumada a la posibilidad cada vez más cierta de que a fines de marzo haya una huelga general, elevó al máximo la tensión entre el Gobierno y la central sindical. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó ayer que no hay “razones objetivas” para la convocatoria a una medida de fuerza y le atribuyó motivaciones políticas al posicionamiento de la CGT, que ayer sumó la adhesión de los movimientos sociales a la movilización al Ministerio de Producción. Desde la conducción cegetista salieron a responderle y lo acusaron de mentir. “Se cierran empresas y le está yendo mal a todo el mundo”, advirtieron.
La convocatoria de la CGT para el 7 de marzo promete ser masiva. Ante ese escenario, el Gobierno decidió salir a confrontar con los sindicalistas. “No sabemos de razones objetivas para convocar a un paro”, aseguró Peña en la conferencia de prensa que brindó junto a María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta tras una reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner.
El Gobierno se trazó la misma estrategia que frente al paro docente: mostrar disposición a dialogar e instalar la idea de que la CGT persigue un objetivo político.
Peña siguió al pie de la letra ese libreto. “Esperamos que el año electoral no altere la vocación de diálogo, porque sería muy malo para este proceso de recuperación económica, generación de trabajo y de salir adelante para un país que necesita que todos tiremos para un mismo lado”, planteó el funcionario. También les reprochó a los gremialistas que “no siempre dicen lo mismo en público que en privado” y les reclamó “honestidad intelectual, compromiso con la recuperación y el crecimiento que necesitan ante todo los trabajadores, que trabajemos en paz, y diálogo”. A favor de su afirmación de que no hay razones para un plan de lucha de la CGT, Peña argumentó que “durante los últimos siete meses creció la generación de nuevos puestos” de trabajo.
El triunvirato de la CGT en pleno le salió al cruce. “Si los llegan a escuchar todos los desocupados, que cada día son más, van a creer que este es el gabinete de otros país y se van a querer ir de la Argentina para pedirle trabajo a este hombre y la verdad es que están mintiendo, porque lo que sucede realmente es otra cosa. Les pedimos que sean responsables ya que están conduciendo un país”, dijo Carlos Acuña. Añadió que “no pueden venir con números ficticios y pensar que la gente va creer en las mentiras que ellos dicen porque en la realidad se cierran empresas, le está yendo mal a todo el mundo y no es lógico que se afirme que se estén generando puestos de trabajo”.
Juan Carlos Schmid manifestó que “no nos levantamos en esta semana y resolvimos llevar adelante un marco de protestas. Esto ha sido el resultado de encuentros, debate y discusiones con el Poder Ejecutivo y también con sectores empresarios, que lamentablemente no nos llevaron a encontrar las coincidencias que evitaran la confrontación”. El gremialista recordó que “el paro es la última instancia que lleva adelante el sindicalismo” y consideró “totalmente desafortunadas” las declaraciones de Peña.
Héctor Daer, por su parte, respondió que la CGT no va a “partidizar nada” y agregó: “Tampoco vamos a negar que nosotros tenemos ideología y que la ideología tiene que ver con un país con trabajadores con empleo, con trabajadores con dignidad y con chicos que puedan ir a la escuela”. Daer pidió que “los albañiles que están sin trabajo construyan las viviendas que hacen falta para que las habiten los argentinos y no que haya una misión del Gobierno a China para importar casas prefabricadas que vienen en containers y que dejan sin trabajo a miles de argentinos que andan deambulando”.
En el marco de la ronda de reuniones que de cara a la movilización organizó con representantes de distintos sectores, la conducción de la CGT estuvo ayer con las autoridades de la Cámara Argentina de Medianas Empresas y también referentes del Movimiento Evita, la CTEP, Barrios de Pie, y la Corriente Clasista y Combativa.
“Vamos a acompañar la movilización, nos sentimos parte del movimiento de los trabajadores. La situación está muy mal”, explicó, por su parte, el titular del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, mientras que el secretario general de la CTEP, Esteban Castro, manifestó al finalizar el encuentro que “se fue generando una agenda común de todos los trabajadores, con una unidad de concepción y acciones conjuntas a futuro”. “La verdadera oposición a esta política económica que ha favorecido a los ricos en detrimento de los más débiles es la de los trabajadores unidos en la calle. Falta de trabajo, inflación en la canasta básica de alimentos y aumento desmedido de tarifas son la realidad que se vive en los barrios, por más marketing y discursos vacíos que haga el Gobierno”, agregó Gildo Onorato, de la misma organización.