Este lunes, cerca de las cuatro de la mañana, el Servicio Penitenciario Federal conducirá al falso abogado Marcelo D'Alessio desde el Hospital Penitenciario del penal de Ezeiza a la fiscalía federal de Dolores. D'Alessio intentará a media mañana convencer al fiscal Juan Pablo Curi que lo acepte como arrepentido. La cuestión no será sencilla. Curi estuvo hasta ahora alineado con la estructura política--judicial--mediática que tiene sede en Comodoro Py y rechazó a los dos que hasta el momento pidieron ser arrepentidos. Exige --según dicen sus allegados-- dos cosas: reconocer un delito y, además, incriminar a alguien que esté "por arriba". En este último punto podrían aparecer las discrepancias: D'Alessio dice que también ayudar a ordenar las piezas de un rompecabezas es un aporte a un expediente
. Y en eso pondría el acento el falso abogado: los vínculos con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y quién ocupó cada lugar, en una especie de organigrama, en las operaciones de inteligencia ilegal que puso en marcha.
El abogado de D'Alessio, Claudio Fogar, viene estudiando la presentación de este lunes desde hace un mes. El jueves pasado consiguió los tres escritos del descargo que presentó el fiscal Carlos Stornelli ante el juez Alejo Ramos Padilla. Hay versiones que indican que D'Alessio trataría de preservar tanto a Stornelli como al periodista Daniel Santoro, pero otros afirman que involucrará a todos, aunque principalmente a los dos comisarios, Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi, supuestos nexos con la AFI y a las tres legisladoras de la Coalición Cívica: Elisa Carrió, Paula Olivetto y Mariana Zuvic.
La realidad es que habrá que tener mucho cuidado con D'Alessio porque ranquea entre los mayores difusores de cargos, títulos y acusaciones falsas, al mismo tiempo que extorsionó a quienes le pasaban cerca. De manera que deberá chequarse con pruebas todo lo que diga. Eso sí, de sus celulares y computadoras salieron intercambios reales con Stornelli y los otros imputados de los que surgen el armado de evidencias falsas, investigaciones ilegales y espionaje violatorio de la ley.
En principio, D'Alessio ofrecería una explicación sobre la estructura que puso en marcha las operaciones de las que participó. En otras palabras, qué papel jugaron los jefes de la AFI, en especial el hombre que apareció como nexo entre D'Alessio, por un lado, y Bogoliuk--Degastaldi por el otro. El nombre del que se habla es Pablo Pinamonti, un jefe de la ex SIDE. Pero habrá que ver si incorpora otros nombres, otras reuniones y, sobre todo, pruebas.
En el penal de Ezeiza se decía que D'Alessio estaba preparando una declaración por escrito. El fiscal ya le hizo saber que no aceptará una declaración de esa naturaleza: tal vez le permita que tenga anotaciones, pero no que lea algo que podría haber sido escrito por cualquiera.
Hasta ahora, el fiscal Curi ha sido poco receptivo. A lo largo de casi un año dedicó buena parte de su tiempo a cuestionar al juez Ramos Padilla y, sobre todo, a tratar de sacarle la causa y mandarla a Comodoro Py. Se trata de un expediente que desnuda la forma en la que el oficialismo armó causas judiciales falsas, usando a D'Alessio y a otros. El reticente Curi trató de amortiguar el impacto y en todo ese juego seguramente tuvo el apoyo del procurador Eduardo Casal. La Procuración demoró todo el proceso contra Stornelli y, con ocho meses de atraso, el fiscal terminó presentándose porque estaba a punto de salir un dictamen que proponía su destitución. En ese marco, Curi nunca insistió, por ejemplo, en la necesidad de que Stornelli cumpliera con su obligación de presentarse. Tampoco aceptó a los dos imputados que quisieron acogerse a la ley del arrepentido, el ex espía Rolo Barreiro y el fiscal Juan Ignacio Bidone. Como se ve, Curi no ha tenido la velocidad de Comodoro Py para aceptar arrepentidos, en este caso porque iban a perjudicar a Stornelli y supuestamente a otros armadores de causas truchas.
La pulseada arranca este lunes pero es muy posible que no se redondee en una sola jornada. Es lo que pasó con los anteriores que se propusieron como arrepentidos. Un punto de importancia es que las declaraciones se graban en video, entre otras cosas por exigencia de Ramos Padilla: no como en Comodoro Py que, incumpliendo la ley, lograron esconder los diálogos entre fiscales e imputados. Es vox populi cómo era la consigna: "tenés que nombrar a Cristina para que puedas recuperar la libertad e irte a tu casa".