“El macrismo legará una deuda pública relevante en moneda extranjera y una capacidad de pago acotada. Para peor, una parte importante de estos pasivos vence en el corto plazo - 26.000 millones de dólares en la primera mitad del 2020, prácticamente duplicando a las reservas netas actuales-”, advirtió este domingo la consultora Ecolatina. “La renegociación de estos vencimientos será una de las primeras acciones que deberá llevar adelante el equipo económico de Alberto Fernández, tan relevante como inmediata”, agrega el informe.
Para la consultora la deuda limitará los grados de libertad en materia de política económica del nuevo gobierno, debido a que la situación fiscal primaria -que pasó de un rojo de 4 del PBI en 2015 a la zona de 0,5 por ciento en 2019 en un período donde cayó la actividad económica y se relajó la presión tributaria- deberá seguir corrigiéndose.
“Si bien la situación de las cuentas públicas es mejor que la recibida (por Mauricio Macri en diciembre de 2015), lo cierto es que las políticas posibles en este frente continúan siendo limitadas: los acreedores obligan a llevar adelante un sendero fiscal austero, limitando el set de políticas viables”, subrayó la consultora fundada por Roberto Lavagna.
Según Ecolatina, si bien el déficit externo dejó de ser un problema debido a que el saldo de la cuenta de bienes y servicios es superavitaria, en un contexto de demanda deprimida y dólar caro, la existencia de fuertes compromisos de pagos externos y casi nulo financiamiento, determinan que “la cuenta capital arrojará un déficit significativo”.
La consultora alertó sobre el proceso de corrección de precios relativos debido a que el salario real perdió 20 por ciento en los últimos dos años, lo que podría determinar de parte de los sindicatos una recomposición del poder adquisitivo de los trabajadores.
“En resumen, las dos herencias serán pesadas. Sin embargo, las urgencias no reposarán sobre los mismos puntos: mientras que antes el bajo stock de deuda pública relevante era un activo, ahora será el principal pasivo; por el contrario, mientras que en 2015 el rojo fiscal y el de cuenta corriente eran los principales aspectos para atender, en 2019 serán los encargados de brindar el alivio y de, en el mejor de los casos, llevarnos a una renegociación exitosa de la deuda”, concluyó la consultora.
Pese a la delicada situación que enfrenta Argentina, el presidente electo Alberto Fernández, se mostró confiado este fin de semana en el plan que está diseñando Martín Guzmán, futuro ministro de Economía, para negociar con los acreedores. "Tengo mucha confianza en él, porque es un hombre de una enorme capacidad, de una preparación como pocas veces se encuentran, reconocido mundialmente", sostuvo.