Desde La Habana

Todo aquel que haya caminado por las calles de La Habana habrá notado que en muchos paredones hay pintadas artísticas inspiradas en datos de la realidad de la isla. Una de ellas, cerca de la Plaza de la Revolución, es sobre “Los Cinco”: así llaman en Cuba a los agentes de seguridad de ese país caribeño, cuyas funciones eran monitorear posibles acciones terroristas en Miami contra Cuba y que fueron detenidos en 1998 por el FBI. Fueron encarcelados acusados de “conspiración para cometer delitos contra Estados Unidos”, entre otros cargos. La mayoría de los cubanos considera a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, René González y Antonio Guerrero como verdaderos héroes que sufrieron una injusticia. Actualmente todos están libres y viviendo en su país. El cine documental cubano reflejó la historia en algunas producciones cinematográficas. Pero ahora, un extranjero de peso en el cine europeo, el

francés Olivier Assayas, realizó la ficción La Red Avispa (Wasp Network) que se proyectó en el cine Yara de la capital de Cuba, en el marco del 41º Festival de Cine de La Habana. La sala, con capacidad para 900 espectadores, lucía completamente llena. Es que el público cubano convivió con esta historia en los años 90 hasta que Los Cinco fueron liberados muchos años después.

Basado en el libro novelado Los últimos soldados de la Guerra Fría, del brasileño Fernando Morais, el largometraje narra la historia de estos antiterroristas cubanos infiltrados en Estados Unidos dentro de los grupos anticomunistas para evitar ataques a su nación, procedentes de territorio estadounidense, durante la década de ‘90. El film, una coproducción entre Francia, España, Bélgica y Brasil, fue sorteando las opiniones, unas a favor y otra en contra, que generó tras su proyección en distintos festivales internacionales. El elenco internacional está compuesto por la española Penélope Cruz, que interpreta magistralmente a la mujer de René González (el actor venezolano Edgard Ramírez), el mexicano Gael García Bernal (que encarna a Gerardo Hernández); el argentino Leonardo Sbaraglia, que se pone en la piel de un cubano que trabaja para la CIA y es uno de los anticastristas que lideraba Jorge Mas Canosa; y el brasileño Wagner Moura que interpreta a Juan Pablo Roque, otro supuesto desertor del régimen castrista.

El público cubano aplaudió la película, que no ahorra críticas hacia el proceso político de su país y, a la salida del cine, las opiniones dieron cuenta de que la película se ajusta bastante a la historia real. Pero había una sorpresa que fue anunciada por la presentadora del film: en el cine estaban Los Cinco presenciando La Red Avispa. PáginaI12 pudo hablar con cuatro de ellos, quienes expresaron qué les pareció la ficción que los representa.

René González dijo que “es una historia difícil de meter en una película, pero considerando lo complejo de la historia y el espacio que ofrece una película me parece que fue un trabajo bastante decente”. Para González, el realizador se tomó “en serio” la veracidad de la historia. “Por supuesto que se basa en un libro novelado y no todo es exacto. Yo creo que la esencia del enfrentamiento del pueblo cubano contra las agresiones del gobierno norteamericano durante tantos años aparece bien reflejada en la película. La naturaleza del enfrentamiento se refleja”, consideró González. También le pareció “un trabajo decente desde el punto de vista del tratamiento humano a una historia como ésta”, según reconoció González. Respecto del actor Edgard Ramírez, quien lo encarna, y de Penélope Cruz, que interpreta a su mujer, González dijo: “Realmente me parecieron muy buenas actuaciones de los dos. Sin habernos conocido, los dos hicieron un buen trabajo”.

Otro de Los Cinco, Ramón Labañino, coincidió con su compañero en que lo más importante de la película es “la parte humana y el desgarramiento familiar de la misión que estábamos cumpliendo”. Consideró que el balance “es positivo, en general”. “Está muy lograda y da una idea de lo mucho que se ha sacrificado el pueblo cubano en defensa de su patria y la protección contra los actos terroristas. Tiene sus matices porque es una película comercial. Hablan de la contrarrevolución, pero lo importante es la parte emotiva y la parte familiar que se logró muy bien”, recalcó Labañino. “Lo peor de la película es la parte en que hablan en contra de Cuba, del régimen cubano, la distorsión que hay sobre la realidad cubana, pero es aceptable que es una película comercial de personas que hicieron lo mejor desde su punto de vista y aquí lo criticaremos. El público cubano dirá”, explicó Labañino.

Gerardo Hernández dijo: “Si tuviera que definirla en unas palabras, diría que la película está buena, aunque no sea toda la historia. Es muy difícil resumir una historia de 20 años en dos horas. Hay muchas cosas que no salen, pero el mérito que tiene la película es que pone el tema del terrorismo contra Cuba a ese nivel”. Señaló que si se consulta el libro estadounidense El Almanaque Mundial, “que es un libro muy consultado para datos, no hay una sola lista en la que aparezca un acto terrorista contra Cuba porque siempre han tratado de ocultarlos a lo largo de la historia”. Por eso, Hernández consideró que “una película con actores de ese nivel y de un director de ese nivel hable de terrorismo contra Cuba ya de por sí es un mérito”. Aunque planteó que no se puede decir que sea el film de Los Cinco. “De hecho, uno de Los Cinco no sale en la película. La historia es mucho más rica. Pero sí reconocemos que es un buen trabajo cinematográfico”, valoró Hernández.

Antonio Guerrero coincidió con sus compañeros en que, en líneas generales, la película le pareció que estaba “bien”. “Tiene una parte de la historia que debe quedar claro: primero, el sacrificio que tuvieron que hacer muchos familiares y que ha tenido que hacer este pueblo. El costo que ha tenido el terrorismo contra Cuba, desde todos los puntos de vista: como país, como seres humanos, miles que han perdido la vida. Creo que deja claridad en el tema del terrorismo contra Cuba”, expresó Guerrero. Coincidió en que la película “no puede abarcar una historia que tenga tantas aristas, pero creo que hubo valentía por parte de su director y de los artistas”. De todos modos, consideró que la palabra mayor “la debe tener el público, el pueblo; nosotros lógicamente sentimos en carne propia muchas de esas escenas que nos llevan a un tiempo que formó parte de nuestras vidas”. Para Guerrero, “por encima de la vida propia de un ser humano está la defensa de los valores y, entre esos valores, la lucha real contra el terrorismo; así que esperamos que todos salgan con una opinión que eso es lo que tienen todas las películas”.