Los bárbaros levantan velas, saquean y destruyen todo a su paso por última vez. La semana pasada Fox Premium estrenó la que será la última temporada de Vikings (va los jueves a las 23, también estará en la app de la señal y en Flow). La saga se ubica hacia el siglo VIII, en el contexto más glorioso para este clan. Este tramo describirá cómo Bjorn Ironside (Alexander Ludwig) logra asentarse en el trono de Kattegat mientras Ivar “El Deshuesado” (Alex Høgh Andersen) planea un contraataque contra su propio hermano. Por otro lado, Lagertha (Katheryn Winnick) vuelve a los combates tras un autoexilio. La segunda parte, con una decena de episodios definitivos, será emitida el año que viene.
Se ha dicho que Vikings, a diferencia de otras series de su tipo, no glorifica la violencia y sexo (aunque se empape de estos elementos), que está basada en documentos históricos y que, en definitiva, es un retrato del vigor, la lealtad y la lucha entre el paganismo y la racionalidad de este pueblo. La idea de Micahel Hirst, su creador, era hacer siete temporadas sobre lo que hizo el linaje de Ragnar Lothbrok. Llegó a seis. Odin no tiene nada que reprocharle. “Siempre supe donde quería ir con la entrega y más o menos donde terminaría si me daban la oportunidad. Lo que yo intentaba hacer era escribir la saga de Ragnar y sus descendientes. Tras seis temporadas y 89 episodios, es lo que siento, finalmente, que he hecho”, dijo.