Alberto Fernández ya había adelantado a la prensa que hoy iría hasta el Congreso para jurar como presidente en su propio auto. “Cero pomposidad. Vamos a empezar como corresponde”, había dicho.
Y cumplió: no sólo fue hasta el Congreso en su auto, un Toyota Corolla color gris, sino que además llegó conduciendo él mismo el vehículo, acompañado de su pareja, Fabiola Yáñez.
En el trayecto desde Puerto Madero hasta el Congreso, y sobre todo al recorrer Avenida de Mayo, Alberto Fernández iba saludando con los dedos en V al público, que se había agolpado en gran número a ambos lados de la calle para demostrale su apoyo.
Minutos antes de la 12, cuando el auto de Fernández se dirigía hacia el Congreso, muy pocos deben haber reparado seguramente en el número de la patente: 769.
Lo cierto es que para quienes prestaron atención a la patente del Toyota gris y decidieron jugarlo a la quiniela, Alberto Fernández le dio su primer alegría.
A las 14, con Alberto ya como presidente en funciones, el número 769 salió a la cabeza de la Quiniela Nacional matutina.