En la tarde del miércoles, mientras la temperatura alcanzaba los 36 grados, más de 70.000 usuarios se quedaron sin energía eléctrica en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), el pico estuvo a las 14 horas, cuando el número afectado alcanzó los 82.000 usuarios. Si bien los cortes se produjeron en las líneas eléctricas de las dos empresas distribuidoras, la peor parte la sufrieron los usuarios de Edesur, que llegó a tener 75.000 afectados. Los notables aumentos de tarifas de los últimos años siguen sin verse reflejados en la calidad del servicio.
Los primeros cortes comenzaron a desarrollarse el martes por la tarcde y algunos de ellos continuaron durante toda la madrugada, pero el pico se produjo en la tarde del miércoles en medio de un aumento sustancial de la temperatura. En la ciudad de Buenos Aires, la zona más afectada resultó ser la comprendida entre Monserrat, Balvanera, Almagro, Parque Chacabuco y Parque Patricios, mientras que en el conurbano bonaerense los cortes se distribuyeron en los partidos de La Matanza, Jose C. Paz y San Martín, aunque la mayor concentración se produjo en la zona sur, con puntos altos en Lanús, Lomas de Zamora y Cañuelas, todos lugares dependientes del suministro de Edesur.
Desde la empresa le aseguraron a Página 12 que, durante todo el día miércoles, el equipo de "Infraestructura y Redes estuvo trabajando en la restitución del servicio, que podría producirse por la noche", aunque no brindaron muchas precisiones acerca de los trabajos realizados. Agregaron que los cortes se debieron a "una falla en dos cables de alta tensión, producidos durante la madrugada y tarde del miércoles en las subestaciones Azopardo, Pozos, Once e Independencia" y negaron que la causa de las interrupciones fuera el aumento de las temperaturas. Concluyeron que la calidad del servicio, en relación con el calor, es aceptable.
Sin embargo, lo cierto es que estos problemas no son nuevos sino que parecen repetirse en cada verano. Durante el verano de 2017 los cortes de luz fueron sucesivos. En enero un apagón llegó a dejar sin electricidad a casi 200.000 personas en el ámbito de la ciudad y el conurbano bonaerense. Lo mismo ocurrió en enero de este año, cuando cerca de 300.000 usuarios sufrieron una interrupción. En esa ocasión, los afectados no solo fueron los hogares sino que el corte también se produjo en subtes y trenes. Desde Edenor habían informado que la falla se debía a "un incendio en la subestación de Morón" pero, al igual que esta vez lo hizo Edesur, negaron que el tendido eléctrico fuera sobrepasado por las altas temperaturas.
Según el informe semestral que este año presentó el ENRE, en el período de septiembre de 2018 a febrero de 2019 el índice SAIFI, que calcula la frecuencia semestral de cortes por usuario, estableció una tasa de 4,39 interrupciones por usuario para Edesur y de 3,35 para Edenor. Por otro lado, el índice que calcula la duración de los cortes estableció que en promedio cada usuario sufrió una interrupción acumulada de 9,16 horas en el caso de Edenor y de 13,86 horas en el de Edesur. En ese momento, el Ente aplicó una multa a las empresas de $46 millones para Edenor y de $280 millones para Edesur.
Todo esto se da en el marco de un incremento constante de las tarifas. Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, publicado luego del último aumento en enero de 2019, desde 2015 las tarifas eléctricas acumularon un incremento del 3624%. La electricidad se convirtió así en el servicio que más aumentó al superar el costo del gas, que acumuló una suba del 2401%, y del agua, con un incremento del 1025%. Los aumentos previstos para el segundo semestre de 2019 fueron finalmente suspendidos por el gobierno anterior en medio de la campaña electoral. Resta saber ahora qué camino tomará el nuevo gobierno en este sentido, aunque parece quedar claro que la suba de los precios no se traduce en un aumento en la calidad del servicio.