Cambios en las prioridades y nuevos instrumentos económicos para intentar revertir la profunda crisis que atraviesa el país. Martín Guzmán presentó el miércoles los lineamientos generales para lo que será su gestión al frente del Ministerio de Economía. El flamante funcionario anticipó el envío de un proyecto de ley con medidas de protección para la población más vulnerable, la creación de una unidad especial para hacerse cargo del proceso de renegociación de la deuda y la puesta en marcha de una comisión conformada por ex secretarios de Finanzas que lo asesorará. “No tenemos una propuesta rimbombante. Venimos a resolver el problema de virtual default que dejó la administración anterior”, lanzó Guzmán al precisar que las conversaciones con fondos de inversión y el Fondo Monetario Internacional ya comenzaron. "Las decisiones las vamos a tomar nosotros. Este programa es nuestro", sentenció al marcar un quiebre con el vínculo subordinado que mantuvo el gobierno saliente con el FMI. El economista, que no abundó en precisiones sobre los plazos para las negociaciones ni las medidas paliativas, confirmó que Argentina conservará el esquema de restricciones para la compra de moneda extranjera. “Para que la economía se lo pueda sacar de encima, se tiene que tranquilizar”, graficó al referirse al cepo cambiario.
Durante una conferencia de prensa, Guzmán desestimó la continuidad del programa de austeridad vigente y anticipó mejoras en el nivel de ingreso de los jubilados, uno de los sectores más afectados por la crisis. El titular del Palacio de Hacienda, sin embargo, hizo hincapié en el limitado espacio con el que contará el gobierno de Alberto Fernández para impulsar la actividad a través de la expansión del gasto y la inversión. Con esa fórmula, el ministro descartó la implementación de un “ajuste brutal” sin descuidar la obsesión de los acreedores privados y multilaterales con la obtención de un resultado fiscal primario superavitario. Destacó además la necesidad de contar con un excedente de dólares por el frente comercial.
“Venimos a resolver una muy profunda crisis económica y social. Estamos en una situación de fragilidad extrema navegando por un fino corredor. Armamos un programa para frenar la caída dadas las restricciones que enfrentamos”, graficó el economista, quien como señaló el Presidente sostuvo que “para poder pagar hay que tener capacidad de pago y para eso la economía se tiene que recuperar”.
Pagar la deuda
“No queremos tener una posición de confrontación para resolver la situación de virtual default en la que se encuentra el país”, lanzó Guzmán al retomar los lineamientos ofrecidos por el presidente durante su intervención ante la Asamblea Legislativa. “Hay consultas con bonistas privados en marcha”, precisó el ministro, quien no hizo referencia a las urgencias financieras que experimentan las jurisdicciones subnacionales como la provincia de Buenos Aires y el municipio de Rio Cuarto.
Las negociaciones con los acreedores privados quedarán en manos de un área denominada Unidad Especial para la Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda, que contará con la colaboración de la comisión asesora de ex funcionarios del área. “Esto no es sobre la base de una disputa sino una relación constructiva con todos los acreedores. Tenemos que tranquilizar a la economía y propiciar su recuperación. Tenemos que definir senderos de superávit fiscales primarios y resultados comerciales que sean consistentes con la estructura de deuda modificada”, sostuvo el funcionario, que eludió de ese modo referirse al tema con conceptos como “reestructuración”, “reperfilamiento” o “renegociación”.
El economista aprovechó la conferencia para desmarcarse de los lineamientos para la negociación que presentó a fines de noviembre, cuando todavía se desempeñaba como investigador durante una conferencia organizada en Suiza por la agencia para el desarrollo económico de la ONU. Entonces, Guzmán planteó como escenario posible reducir a cero los pagos de intereses y capital de la deuda entre 2020 y 2021 con el objetivo de recuperar margen de maniobra para volver a crecer y así garantizar la capacidad de repago a los acreedores.
“La presentación en Ginebra no tiene por qué representar mi posición como ministro. Es una presentación académica. No tomaría nada de eso como referencia a lo que vamos a hacer”, expresó Guzmán al señalar que “no vamos a permitir dilatar el problema e ir sobre una dinámica desestabilizante de más recesión y más deuda. Esa es la brújula”.
FMI
Con el FMI las conversaciones bilaterales iniciaron antes de que el funcionario fuera confirmado en su cargo el viernes pasado. Antes de regresar de manera permanente a la Argentina tras once años en Estados Unidos, el economista se reunió con la mandamás del Fondo, Kristalina Georgieva. "El FMI reconoció el fracaso del programa anterior”, reveló Guzmán al reiterar que “no contamos con el financiamiento para que haya expansión fiscal”. Al referirse a los más de 12.000 millones de dólares del acuerdo que restan por desembolsarse, el ministro reiteró que “no tiene sentido recibir más desembolsos del FMI a efectos de servir la deuda en una situación como la actual. Hay evidente insostenibilidad con la deuda pública”. No obstante, dejó abierta la puerta al mencionar que “si el FMI tuviera otra posición y prestara para hacer obras que mejoren la capacidad productiva y financiar el desarrollo sostenible estaríamos hablando de otra historia y los fondos serían bienvenidos”.
Vulnerables
El paquete de medidas para “lidiar y proteger a la población más vulnerable y reestablecer condiciones para frenar la caída” será remitido al Congreso en los próximos días. El proyecto de ley se denominará de solidaridad y reactivación productiva. El equipo de Guzmán que lo acompañó ayer durante la conferencia trabaja junto con la Jefatura de Gabinete, carteras como Desarrollo Productivo y Desarrollo Social, y organismos como la Anses, en los detalles de la iniciativa que el nuevo oficialismo pretende validar durante las sesiones extraordinarias.
“Lo que se ha hecho durante el Gobierno de Macri con las jubilaciones es inaceptable y muy grave. En el único año que la economía creció se decidió cambiar la ley (de movilidad) para no compartir los frutos con las jubiladas y jubilados”, expresó el ministro en el único anticipo que ofreció sobre las medidas bajo elaboración. “Fue una apuesta irresponsable”, definió el economista al cuestionar las políticas implementadas durante la gestión de Cambiemos, a las que definió como “un modelo que fracasó, en cada lugar donde se implementó generó más vulnerabilidad”.