Por encima del alza de Alimentos y bebidas, se ubicaron los rubros de Comunicación (7,4 por ciento), Salud (6,3) y Bebidas alcohólicas y tabaco (5,6). El congelamiento de los servicios domiciliarios, en los últimos meses del gobierno de Cambiemos, luego de los drásticos híperaumentos de los últimos años, posibilitó que el índice resultara inferior a lo que marcaba la tendencia de aumentos sin control al cierre de los cuatro años del gobierno saliente. El menor aumento reflejado por los rubros Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9 por ciento) y en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1,5 por ciento), arrastró a la baja el aumento promedio de precios, que sin ese factor hubiera arrojado una inflación mayor al 5 por ciento en noviembre.
Ese resultado hubiera acercado la inflación del último mes de Macri en el gobierno a los mayores valores registrados en su mandato: 6,5 por ciento en septiembre de 2018, y 5,9 por ciento en el mismo mes de este año. Macri concluyó con una inflación interanual que más que duplicó el ritmo de variación de precios que encontró al asumir el gobierno en 2015, incluso en función de los resultados que publicaba la Dirección de Estadísticas de la Ciudad en ese último año del período kirchnerista.
Evaluado por rubro, la inflación en Salud alcanzó este año niveles alarmantes de la mano de la autorización a las empresas que venden medicina prepaga a ajustar prácticamente todos los meses sus cuotas. En noviembre, el índice de precios al consumidor del Indec reflejó un aumento del 6,3 por ciento en Salud, que completa un 63 por ciento en los once meses ya transcurridos de 2019 y el 71,6 por ciento en la comparación interanual (últimos 12 meses).
En el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, el aumento del 5,3 por ciento en noviembre, lleva la suba de los primeros once meses del año al 52,1 por ciento y la de los últimos doce meses, al 54,6 por ciento. Se observa, en la variación por artículo, un fuerte incremento en productos frutihortícolas, carnes rojas y de panadería en noviembre. Por ejemplo, bananas aumentó 48,8 por ciento, tomate redondo 37 por ciento, limón 29,5 y batata 14,6 por ciento en relación a los precios computados por el Indec en octubre. Entre las carnes, asado subió 10,8; cuadril 9,7; nalga 8,6; paleta 8,3 y picada común, 7,2 sólo en el último mes. Además, subuieron fuerte el arroz blanco (8,7 por ciento), galletitas de agua (9,3) y galletitas dulces (5,3) y el pan francés (5,5 por ciento).
La política permisiva del gobierno de Macri con respecto al comportamiento de precios de las empresas dominantes en productos de consumo masivo habilitó el abuso de estas firmas que, en las últimas semanas, aceleraron los incrementos para armarse un colchón de precios en previsión de un eventual congelamiento. El gobierno de Alberto Fernández tiene previsto convocar a empresas, sindicatos y organizaciones sociales a un acuerdo de precios y salarios, del cual no podrá quedar al margen los comportamientos evidenciados en las semanas previas por estas empresas grandes y sus consecuencias sobre los precios al público.
En CABA
El Índice de Precios al Consumidor en la Ciudad de Buenos Aires subió 4% en noviembre y acumuló un incremento de 49% en los doce últimos meses, informó la oficina de Estadística porteña. Los mayores aumentos se verificaron en los reglones de Frutas (26%), Carnes y derivados (5,1) y en menor medida de Pan y cereales (3,9). Por su parte, Transporte registró un incremento de 3,7% y en el rubro Salud se computó una suba del 4,5%, por alzas en los valores de los productos farmacéuticos y en las cuotas de medicina prepaga. En tanto, Recreación y cultura aumentó 4%, debido fundamentalmente a la suba en el abono del servicio de televisión por cable y satelital; Restaurantes y hoteles avanzó 4,1%.
El informe de la Dirección de Estadísticas porteño destaca que el rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles aminoró su ritmo de suba, hasta 41,5% interanual, fundamentalmente por la postergación de ajustes en las tarifas dispuestos por el gobierno nacional.