Rodrigo de la Serna se crió en Bajo Belgrano, un barrio con impronta tanguera y milonguera. A los 18 conoció la obra del Polaco Goyeneche y le “partió la cabeza”. Ahí nomás se puso a estudiar guitarra y se abocó a la música criolla. Una pasión que lo acompaña con la misma fuerza que el teatro. Y aunque se trate de su faceta menos conocida, de la Serna sostiene hace 15 años un proyecto musical que lo llena de orgullo: El Yotivenco. Y ahora va a cumplir un gran sueño: “Cuando empezamos a tocar pasábamos la gorra y éramos pocos los pibes en ese momento que nos volcábamos al estudio y al toque de estas músicas. Era algo imposible de imaginar, por eso tocar en el Gran Rex es una especie de sueño en vida”, dice de la Serna con un brillo en los ojos. “El tango fue el mainstream en los '40 o '50. Y hoy por hoy llegar a un teatro tan grande, en la calle Corrientes, con una propuesta que va a contramano de lo que se impone, no deja de ser algo que llama la atención”, completa el cantor, guitarrista y actor antes de presentarse junto a su cuarteto de música criolla este viernes 13 a las 21 en el teatro ubicado en Av. Corrientes 857.
El nuevo espectáculo de El Yotivenco se llama Volver en guitarra y no solo abarca la música ciudadana del Río de la Plata, sino que se permite viajar por la diversidad sonora y rítmica del territorio argentino. “Es maravilloso poder comunicar esta música que es tan vasta con un formato de tres guitarras y guitarrón”, dice. “No solo abordamos milongas, tangos y candombes, sino que nos remontamos un poco hacia el Litoral y hacemos alguna chamarrita y chamamé. Y música de Cuyo, ese género que requiere tanto virtuosismo guitarrístico y precisión técnica. También suenan zambas y chacareras y terminamos el espectáculo saliendo con los tambores a la calle, como ya es un sello distintivo de nuestro grupo”, adelanta de la Serna, quien hará las veces de maestro de ceremonias y narrador, además de ocuparse de cantar y tocar la guitarra.
Además de sus “hermanos de la música y la vida” Juan Pablo Díaz Hermelo (guitarrón), Blas Alberti (guitarra) y Fabio Bramuglia (guitarra), en el escenario habrá un coro de murga, cuerda de tambores y una orquesta típica, con bandoneones, violines, contrabajo y piano). “Al principio era más actor que cantor, pero con tanto ensayo uno empieza a colocar mejor el timbre de la voz”, dice este admirador de Edmundo Rivero y Alfredo Zitarrosa. “Los músicos proponen mucho humor y el actor siempre está al servicio de esa poética tan profunda que tienen algunos tangos o a esa picaresca tan característica de la milonga. El actor interpreta de cuerpo y alma esos poemas. No hay un tabique que separe mucho al músico y al actor, son artes que se complementan o se alimentan la una de la otra. La música también me da mucho a la hora de interpretar personajes. Carlos Gardel, por ejemplo, se inspiró mucho en la ópera o en el cine mudo. Era muy expresivo a la hora de cantar”, contextualiza de la Serna.
-En sus comienzos El Yotivenco estaba abocado más a la música rioplatense. ¿En qué momento aparece esa necesidad de abrazar ritmos de otras regiones?
-Es una necesidad guitarrística: lo que estructura nuestro repertorio fundamentalmente es la guitarra, es ella la que nos lleva a salir un poco de la ciudad y remontar esos ríos. En el relato cuento un poco esa historia, ese viaje a las profundidades musicales del país, un tesoro musical y poético que durante generaciones se amasó y se sigue amasando en el país. Esa necesidad de ampliar el repertorio e indagar en nuevos géneros lo estructura lo guitarrístico; una necesidad expresiva de abarcar esa territorialidad musical. Personalidades como Carlos Gardel o Atahualpa Yupanqui unificaron la música en su expresión artística. Nos interesa también romper las fronteras políticas y tocar músicas latinoamericanas.
-La industria musical cambió mucho en estos años, ¿Cómo dialogan estas músicas tradicionales con las nuevas poéticas y sonidos?
-Conviven… no sé a nivel industrial. Habría que hacer algunos experimentos. Yo escucho a pibes tan talentosos rapeando o haciendo trap que se me ocurre inmediatamente que si esa habilidad para la rima se estructurase dentro de las formas de una payada, una cifra o un estilo, el resultado sería maravilloso. Lo que hace Bajofondo, por ejemplo, que es una manera de entender cómo las nuevas texturas sonoras pueden conjugarse con el tango.
-¿Y qué pasa con el público?
-El público es amplio. Al principio no nos iba a ver nadie porque los viejos tangueros nos decían que no íbamos a aprender nunca a tocar tango y los pibes de nuestra edad querían rock. Pero poco a poco nos dimos a conocer y la propuesta musical empezó a ser más atendida. Y ahora viene a vernos gente del palo del tango y de las milongas, y también gente joven que se topa con "el tipo de La Casa de Papel" (NdR: interpretó al personaje de Palermo en la tercera temporada de la exitosa serie española). Vienen chicos y chicas de 15 años que se llevan una sorpresa porque se encuentran con una cultura que también les pertenece. Está bueno comunicar eso a nuevas generaciones que no tienen la posibilidad de escuchar esta música, porque mediáticamente la cosa va por otro lado.
-Te manifestaste públicamente de manera muy crítica sobre el gobierno de Mauricio Macri. ¿Cómo ves el futuro del país con la llegada del nuevo gobierno?
-Tengo expectativas muy buenas. El contexto es muy poco favorable en Latinoamérica y veo con muchísima preocupación lo que está pasando en países limítrofes y hermanos como Chile y Bolivia. No puedo creer lo que está pasando: otra vez torturas, desapariciones y represiones. Increíblemente un país como el nuestro pudo lograr una transición democrática en este contexto. Esperemos poder entre todos abrazar la posibilidad de un cambio sin violencia en las calles.
-Y se restableció el Ministerio de Cultura...
-Sí, y el de Educación, ni más ni menos. Y habrá ministerios de la Mujer y de la Vivienda (Desarrollo territorial y Hábitat). Yo celebro ese tipo de decisiones políticas de Alberto Fernández. Fue duro para mí estar tanto tiempo en España grabando la serie. Fue duro ver por la televisión el acontecer social y político del país. Fueron nueve meses. Por eso, cuando volví nos pusimos en contacto con los chicos de El Yotivenco para tomar contacto con la gente a través de la música y hacer giras. Es importante acompañar esta coyuntura como artista.