Tras las denuncias de los trabajadores del área de Diagnóstico por Imágenes del Hospital Garrahan por las riesgosas condiciones laborales en las que tienen que desempeñar sus tareas, al punto de que habrían provocado abortos espontáneo según testimoniaron varias trabajadoras, la Dirección de Trabajo de CABA inspeccionó el lugar y constató irregularidades. De acuerdo a la titular de la Asociación de Profesionales del Hospital, Norma Lezano, "fueron cuatro inspecciones, muy extensas, en las que se verificó lo que venían denunciando los trabajadores. Y por las que intimaron a las autoridades a que disponga las medidas necesarias para garantizar las condiciones de trabajo", y advirtió que "el prestigio del hospital lo están pagando los trabajadores con el cuerpo". Desde el Hospital dijeron que no harían declaraciones hasta que termine la auditoría.
Las inspecciones se efectuaron a lo largo de cuatro jornadas. Algunas se extendieron hasta 12 horas. Este jueves fue la última. Las otras se habían realizado los días 2, 4 y 6 de diciembre. Tras el paso de los inspectores "quedaron labradas 16 actas con las irregularidades encontradas" y la intimación para que el Hospital presente información, describa los procesos de trabajo, presente protocolos y provea los elementos necesarios para que los y las trabajadoras puedan desarrollar sus tarea con seguridad.
La denuncia presentada por el Inspector de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, el Ingeniero Edgardo Castro, luego ampliada por la Asociación de Profesionales, daba cuenta de que los trabajadores no cuentan con elementos de protección como los guantes plomados, las gafas plomadas, ni los chalecos y los percheros especiales para que los chalecos no se resquebrajen. También se advertía que de las tres salas para rayos, sólo una funciona, y que las otras dos tiene fallas recurrentes porque son aparatos con mas de 20 años de antigüedad.
De las actas surge que: "Se debe identificar a todos los trabajadores expuestos a radiaciones ionizantes; realizar una descripción del puesto de cada uno de los trabajadores y los riesgos que implica cada tarea; determinar los elementos de protección personal para minimizar el riesgo a exposición y capacitar específicamente sobre el uso de los EPP (Elementos de Protección Personal); corregir la mala gestión de dosimetría que se vino realizando hasta el momento, y pedir la habilitación de los equipos.
En sentido, Josmar Flores Arnez, licenciado en producción de bioimágenes y delegado de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) , quien se desempeña en el área de Radiología en Neurointervencionismo del hospital, explicó que "cada uno de los agentes expuestos a radiaciones, radiólogos, instrumentadores quirúrgicos, médicos, tienen el propio dosímetro que mide cuánta radiación recibe en un período de 30 días. Pero hay muchas dudas respecto de la veracidad de la dosis que se manifiesta en el resultado de la dosimetría personal".
Según detallaron desde la Junta Interna de ATE y la Asociación de Profesionales, también hay equipos como los Arco en C de Quirófano que no cuentan con habilitación pese a que funcionan desde 2102. Estos equipos para radioscopía están compuestos de un generador de rayos X y un detector de imagen conectado a un circuito cerrado de TV. De cuatro de estos equipos faltan presentar los papeles que certifican el mantenimiento periódico.
"Teníamos dudas sobre la dosimetría y queríamos ver en qué condiciones se encontraban las salas más viejas que tienen más de 20 años, y en el camino nos topamos conque el hospital no contaba con todos los papeles de las salas de rayos. Se inspeccionaron tomógrafos, resonadores, angiógrafos, equipos de radiología y de radiología portátil. Muchos equipos. No todos presentaron irregularidades, pero en los de radiología en particular faltaban informes y planos que los habilitan", remarcó Flores Arnez.
El 16 habrá una nueva inspección y el hospital deberá presentar parte de lo solicitado por la Dirección de Trabajo. Para el resto de los requerimientos tiene hasta el 26 de diciembre.
"De las 3 salas de Radiología, una no funciona. Otra tiene un problema en el freno y hay que enfocar manualmente, y la otra tiene un delay en el disparo que afecta la toma de la imagen, por lo que hay que repetir y el paciente recibe una doble exposición", detalló Lezano. Todo esto en un contexto de alta demanda del servicio, que atiende alrededor de 350 pacientes por día y genera unas 3 horas y media de demora. Además, en los casos de bebés o niños muy pequeños a los que hay que sujetar para poder efectuar la placa, el técnico no puede ir detrás del bunker que lo protege de las radiaciones para efectuar el disparo incurriendo en una práctica más riesgosa para su salud.
Según Lezano, "las autoridades del hospital venían diciendo que mentimos. Ya no lo pueden decir más, están todas las actas donde constan las irregularidades detectadas". La titular de la Asociación de Profesionales remarcó que "hay una comisión médica que va a hacer el seguimiento de salud de los trabajadores, y una comisión de Regulación de Trabajo que va a definir sobre la insalubridad del sector, que está definido de esa manera por la ley". "No se pone en juego el prestigio del hospital como pretenden las autoridades, sino en cómo ponen el cuerpo los trabajadores".