"No vamos a permitir que quede libre." La presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, Clara "Titina" Lange de Falcone, anticipó así la actitud que mantendrá frente a las causas abiertas contra la lider de la Tupac Amaru, Milagro Sala, que cumplirá cuatro años privada de su libertad en enero, a pesar de que niguna de sus condenas se encuentran firmes. "Lo digo como ciudadana común", se excusó Falcone.
"El público prejuzgamiento no solo compromete los derechos que le asisten a cualquier imputada, sino que además constituye una falta al deber de la ética judicial", criticó la Asociación de Abogados de Jujuy.
La titular del STJ —nombrada como presidenta del tribunal días después de la asunción del gobernador Gerardo Morales — evidenció su posición respecto de la detención de la dirigente social este jueves durante la presentación de la Asociación Justicia Jujuy, cuando un periodista le preguntó sobre la posibilidad de que Sala fuera liberada.
"Me animo a adelantarme: no vamos a permitir que quede libre esperando que quede firme su sentencia; creo que la sociedad no lo va a permitir porque no quiere volver a lo que se ha vivido", sostuvo la máxima autoridad judicial de Jujuy.
"No estoy hablando como presidente del Poder Judicial sino como presidente de la Asociación Justicia Jujuy, una ciudadana común que ha vivido los gobiernos paralelos", intentó justificarse Falcone, al mismo tiempo que insistió en descalificar el rol de Sala al frente de la Tupac.
Tras los dichos de Falcone, la Asociación de Abogados de Jujuy denunció que incumple "su delicada misión de representar al Poder Judicial de la provincia" y hace evidente su "parcialidad respecto de una ciudadana sometida a diversos y cuestionados procesos aún en trámite".
"Dejó de lado las conductas éticas y legales que deben observar los magistrados, expresando una opinión personalísima y anticipada sobre causas pendientes de resolución y que indefectiblemente serán tratadas por el Superior Tribunal de Justicia que ella preside", detalló el comunicado de la asociación de abogados, que recordó que "no puede escindirse bajo el pretexto de considerarse también una ciudadana común".
La titular del STJ no sólo adelantó su criterio sino que defendió los múltiples procesos abiertos contra la dirigente social: "Fuimos la única provincia que ha juzgado con un proceso sano y justo el caso que conocen. Hemos hecho juicios y ha habido sentencias". Respecto del motivo que podría habilitar la libertad de Sala, Falcone desconoció los derechos de la defensa: "Las causas no están firmes por los recursos que interponen".
Tras cuatro años de persecusión judicial, Milagro Sala cumple arresto domiciliario —por pedido de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
, que puso fin a los más de 900 días que permaneció con preventiva en una cárcel común— por dos condenas. Una sola de ellas fue ratificada por la Corte Suprema y se trata de una pena de tres años de prisión en suspenso, por ser la "instigadora" de un escrache contra el reelecto gobernador Gerardo Morales, cuando era senador.
La última causa en la que condenaron a Sala
llegó a setencia en mayo de este año. Se trataba de una denuncia por lesiones que había sido hecha hace 13 años, que fue desarchivada, declarada nula la prescripción y llevada a juicio en un tiempo récord de un mes para llegar a una condena de 4 años.
Falcone fue denunciada en 2017 por la revelación de una serie de correos electrónicos en los que habría coordinado la presentación de testigos ante la misión de la CIDH para evitar que se le otorgara la cautelar que finalmente el organismo regional dictó a favor de Sala. Esos correos tenían como protagonista a Falcone, al apoderado del gobernador Morales, Federico Wagner; al fiscal de Estado de Jujuy, Mariano Miranda, y al entonces representante de Cancillería para los Derechos Humanos, Leandro Despouy. Todos de extracción radical, al igual que el mandatario jujeño.