El despacho de la Jefatura de Gabinete mantiene todavía el mobiliario y la decoración que dejó el macrismo. Las ventanas están abiertas de par en par otorgándole a las altas paredes una mayor intensidad en su blancura. En una de las dos mesas que hay están los papeles y la computadora de Santiago Cafiero. Allí se discutió y consensuó el texto del proyecto de ley de Solidaridad Social y Reconstrucción Productiva que Página/12 anticipó en exclusiva y que entrará este lunes al Congreso. Cafiero asegura que esa iniciativa es parte sustancial de la prioridad del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner que no es otra que la de detener la caída de la economía, defender el trabajo argentino y la producción nacional. Es lo que Cafiero definió como trabajar en pos de "un horizonte de inclusión y de agregar derechos".
--¿Cuál es el estado de la Nación que encontró?
-- Primero es difícil tener un diagnóstico preciso de lo que hay. Hemos encontrado subejecución de partidas. Todavía nos falta información relacionada al real déficit fiscal. Tenemos muchas partidas cruzadas, asignaciones de recursos que dificultan poder tener un panorama real de la situación fiscal del Estado pero todo tiende a demostrar que hay un deterioro mucho mayor del que dijo Macri. Lo que sí vemos es que hay mucha expectativa porque este gobierno considera a la función pública como una herramienta de transformación, que cree en el Estado y que descree en el mercado para asignar esa justicia que se merecen los sectores más postergados.
--¿Cómo se siente en estos cinco días que lleva en el cargo?
--¡Bien! Desde lo personal estoy muy esperanzado porque hemos conformado un muy buen equipo de trabajo porque Alberto y Cristina plantean un horizonte de inclusión, de agregar derechos que tiene que ver con mi identidad política.
--Reconstruir siempre es más difícil.
--Es complejo todo. La instrucción del presidente es que seamos conscientes de que estamos acá para cambiar vidas. Todos los días tenemos que cambiar vidas. Ese es nuestro norte.
--¿Cuáles son las principales quejas que encontró entre los trabajadores de Casa Rosada o, si quiere, de Jefatura de Gabinete?
--El personal de la Casa Rosada plantea que hubo un destrato hacia lo público en general y lo vivieron como un agravio personal. Por eso tuvimos esas recepciones tan alegre en los diferentes ministerios. Creo que se entiende cuáles son las prioridades del Presidente y que no son otras que luchar contra el hambre, por los más postergados, trabajar para los sectores que peor la pasaron y que son nuestros jubilados, las Pymes y los productores locales de alimentos. Toda gente de trabajo que necesitamos tenderles una mano para decirle que este gobierno no promete lluvia de inversiones sino que trabajará para que la calidad de vida de los argentinos mejore todos los días un poco.
--Sin embargo ya hay sectores molestos como el del agro que afirman que se aumentan las retenciones y no fueron consultados.
--Vamos a entrar en contacto con ellos pero lo cierto es que lo que ahora se está haciendo es actualizar un monto fijo con las mismas retenciones que dejó Macri. No se tocaron las retenciones. Son las que eran un monto fijo de cuatro pesos por dólar. Es preciso recordar que esa cifra estaba atada a un dólar que estaba a 36 pesos y no a 63 como en la actualidad. Hay que tener en cuenta que no estamos hablando de impuestos al campo sino derechos de exportación que no es lo mismo. Esto tiene que ver con el esquema exportador que lo necesitamos vigoroso y activo y si pretendemos inyectar recursos en los sectores populares y medios, que fueron muy golpeados por el gobierno anterior, tenemos que trabajar con estas medidas.
--¿Se puede entender que la reacción de las organizaciones patronales del campo es parte de un estilo de negociación: cuestionar antes de sentarse a conversar?
--Hoy no hay negociación con el sector. Entendemos que tienen muchos insumos que son en dólares. Lo que no es menos cierto es que hay un aumento producto de la devaluación muy grande. Eso se tiene que poder revisar. Es lo que hicimos nosotros que es quitar ese tope fijo y la retención es la misma: 18 por ciento móvil y 12 por ciento fija. Es lo mismo que tenía Macri. Si uno actualiza esto tiene una capacidad de recaudación mayor. Ahora bien, en caso de decidir una suba en las retenciones lo conversaremos con el sector correspondiente. Eso lo hará el ministro (de Agricultura, Luis) Basterra. Nos parece que de esas mesas de diálogo van a surgir los acuerdos necesarios para poner a la Argentina de pie porque esto lo tenemos que mirar como una integralidad.
--¿Tienen una cifra estimada de lo que van a recaudar con las medidas que impulsan?
--El impacto tributario que tendrán lo sabremos con mayor precisión en la práctica. Lo que sí sabemos es que tenemos que cambiar la filosofía y el punto de vista de la recaudación. Esa es una de las prioridades al tratar de ver de qué modo hacemos impuestos que no seas restrictivos y que favorezcan a los sectores que debemos dinamizar. Entonces parte del planteo que hacemos tiene que ver con alivio para las Pymes y dar un trato similar al que nosotros le pedimos a nuestros acreedores: Dejame crecer y después te pago.
--¿Hay contactos con la oposición para que el proyecto de ley de Solidaridad se apruebe sin inconvenientes?
--Somos respetuosos del tratamiento de que le dé el Congreso y de los consensos que se generen dentro del cuerpo.
--¿Eso significa que aceptarán modificaciones al texto?
--Sí, siempre. Los proyectos del Ejecutivo no son cerrados sino que están abiertos a la discusión parlamentaria.
--Pero hay límites.
--Obviamente pero lo que se debe comprender es que ésto se necesita porque somos un gobierno que acaba de entrar, que no tiene presupuesto, que tiene que negociar una deuda externa, que debe dar cuenta de su deuda interna. Es un gobierno que entra con muchas dificultades producto de un muy mal gobierno anterior que deja un 40 por ciento de pobreza, con una creciente desocupación, que deja una actividad económica que continúa en caída y que los precios siguen creciendo.
--¿Hay alguna decisión con respecto a las tarifas de los servicios públicos?
--Este tema transita sobre un camino bien angosto porque debe ser pagable para los argentinos y debe ser lo más equilibrada posible para que las inversiones se hagan. Entonces, esa será esa la pauta, que exista razonabilidad en las tarifas públicas, que tengan consecuencia con los salarios, con la capacidad de pago de los argentinos y que también no se pierda de vista la necesidad de inversión que se necesita en el esquema energético y no perder esa posibilidad. La tarifa tiene componentes en peso y otros están dolarizados. Otros componentes relacionados a la distribución, a la producción de la energía y al acceso directo a los hogares. Bueno, en eso hay que una ingeniería muy fina y encontrar el mecanismo adecuado.
--¿Pero van a desdolarizar las tarifas?
--El concepto general de la dolarización lo vamos a quitar. Nosotros vamos a pesificar todo lo que podamos de la tarifa pero siempre habrá un componente dolarizado.
--No está claro si fue una coincidencia o qué pero asumió Alberto Fernández y comenzaron los cortes de luz.
--Queremos creer que sólo refleja aquello de que sufrimos los tarifazos pero que no fueron a la inversión. Entonces vamos a generar con mucha fortaleza la capacidad del Estado para fiscalizar a través de los entes correspondientes de regulación para que las tarifas tengan un componente de inversión y que lo conozcan todos. Pero sobre todo que mejore la calidad del servicio porque hubo tarifazos pero no mejoras en el servicio.
--¿El decreto que aplica una doble indemnización tiene previsto otorgar alguna compensación a las empresas que no pueden sostener a su personal?
--Lo que buscamos es proteger al empleo porque lo que tenemos que hacer es parar la caída porque solo este año tuvimos 140 mil despidos. La forma de detener esa caída es a través de una medida excepcional que lo que busca es desincentivar los despidos. Con eso nos damos un plazo de recuperación. Es una medida excepcional en un tiempo excepcional.
--¿Este es el plazo que se da el Gobierno para comenzar a ver el cambio?
--Bueno, son las nuevas prioridades. Nosotros vamos a defender el trabajo de los argentinos y como tal vamos a defender a nuestras empresas dándoles beneficios impositivos, moratorias y tratando de aliviarles el peso de la acumulación de deuda que tuvieron en este tiempo. Por eso también se van a generar incentivos para aquellas que tienen menos de 25 empleados. La lógica es defender el trabajo argentino y la producción nacional.
--La negociación de la deuda es otro problema importante.
--Tenemos expectativas de que puedan comprender el planteo de la Argentina. Hemos demostrado que tenemos vocación de pagar pero no ahora porque el macrismo nos dejó en un virtual default, endeudados y sin capacidad de pago. Lo que decimos es que nos vamos a recuperar, que nos den tiempo porque la Argentina es un pueblo trabajador que se va a recuperar y vamos a pagar.
--Ganaron las elecciones pero hay un 40 por ciento que parece no quererlos nada. ¿Cómo se hace para gobernar con ese porcentaje que odia este modelo?
--No se los ignora porque son parte de la sociedad argentina aunque tengan otros pensamientos y otros valores. Creo que el error del macrismo fue buscar la homogeneidad del país porque aquel que no acompañaba no era parte de la Argentina, no entiende el cambio. Nosotros partimos desde otra filosofía porque entendemos que hay diversidad, una sociedad con fisuras y la tarea de la política es lograr una convivencia de esas diferencias, es buscar armonía y no pretender una obligada homogeneización como pretendió el macrismo y eso es autoritarismo. El macrismo fue autoritario porque dijo cuáles eran los valores morales del país válido y el que no estaba de acuerdo era chavista, venezolano, mapuche iraní, cubano y kirchneristas.
--Ese sector, a modo de chicana, ya reclama que se llene la heladera.
--Es una prioridad para nosotros. Necesitamos recomponer el poder de compra de los sectores más vulnerables de la Argentina que son los sectores medios y bajos, los jubilados y pensionados, y para eso se necesitan ciertas pautas. En ese sentido estamos negociando la nueva composición del programa de Precios Cuidados. Eso es poder de compra. Estamos negociando también, a través del Ministerio de Salud, con los laboratorios por el tema medicamentos. Todo esto es parte de la protección del bolsillo de los argentinos. Lo hacemos con firmeza y convicción.
--Pero hay reacciones a esas políticas. Por caso, hay quienes convocan a una marcha en contra de las leyes de emergencia.
--Somos respetuosos de las manifestaciones de los sectores de la sociedad. Proponemos ámbito de diálogo y debate pero si quieren hacer una marcha me parece bien. Es sano que se expresen. Creo que nuestro país ha demostrado que tiene una calidad democrática importante sobre todo por lo que ocurre en la región donde hay cuestionamientos a la democracia y a las instituciones. Acá hubo una elección y un resultado que se respetó. Se hizo la transición, hay un nuevo gobierno de diferente color político y lo importante es que por encima de todo prevalecen los valores democráticos.
--Hay gobierno nuevo pero los precios no se dieron por enterados y siguen subiendo.
--Cambiamos el gobierno y eso es muy importante porque estamos cambiando una lógica pero hay una inercia que representa el modelo que fue derrotado. Hay todo un aspecto de recuperación del desarrollo productivo que es parte de un proceso que requiere que la economía deje de caer y que se normalice.
--El presidente habló de modificar la estructura de la Agencia Federal de Inteligencia...
--Por ahora planteamos una intervención. Los detalles los daremos más adelante y son parte de un plan que tenemos para los servicios de inteligencia. Lo que ya se sabe es que no habrá más fondos reservados y parte de esos dineros, que no tengan un justificativo razonable, irán al plan contra el hambre.
--A qué atribuye la libertad en estos momentos de aquellos ex funcionarios que estaban detenidos de manera arbitraria, como calificó el presidente a esas prisiones preventivas.
--Nosotros pensamos que la tarea gubernamental tiene que ver con defender la independencia del Poder Judicial y eso se expresa en una frase de Alberto: “Cuando la política entra a los tribunales, la justicia escapa por la ventana”. Eso resume lo que vamos a hacer con la Justicia. La queremos independiente del poder político, de los servicios de inteligencia y de los medios de comunicación.
--Sin embargo, Martín Irurzun fue ratificado en su cargo. ¿No es una respuesta a la postura que tiene su gobierno con respecto a algunas conductas del poder judicial?
--(Piensa) No lo vemos así. Lo que queremos es que se respete la Constitución.
-- ¿Están pensando en ampliar la Corte?
--No, no. Por ahora no. No hay proyectos sobre eso.
--La sociedad es una sumatoria de conflictos y por lo tanto es posible que tengan que enfrentarse con algunos sectores. En ese sentido, ¿con qué quiénes se quieren aliar además de sus votantes?
--Si somos capaces de generar día a día un bienestar en la comunidad y vemos que nos estamos levantando, entonces vamos a cosechar los apoyos necesarios porque mostramos que somos capaces de ponernos de pie de nuevo. Macri habló siempre, en esta lógica de grieta, de los 70 años de decadencia. El solo contó las caídas y se olvidó de las levantadas. El peronismo es parte de esas levantadas y eso lo que haremos ahora.
--Macri dice que hará una oposición responsable. ¿Le cree?
--No lo sé pero pienso que nuestro pueblo no puede estar deteniéndose en la politiquería. La Argentina tiene hambre y nosotros hemos comenzado a construir esa esperanza de tener un futuro mejor y lo hacemos con una estrategia que diseña Cristina y una táctica que ejecuta Alberto. Esa cooperación es clave. Cristina entiende el contexto y Alberto amplía el horizonte de crecimiento político. Ahora vamos a conquistar a partir de hechos, modificando realidades y que perciban que mañana estará mejor que hoy.