Curiosamente, los intendentes del PJ Bonaerense vienen ocupando más casilleros en el gobierno nacional que en el de la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a las últimas designaciones que trascendieron. El gabinete nacional ya tiene un intendente, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, jefe comunal de San Martín, quien colocaría como su segundo a su par de Almirante Brown, Mariano Cascallares. Más abajo quedará el sindicalista Edgardo Depetri, a quien no le alcanzó para ganar la Municipalidad de Lanús en las últimas elecciones. También habrá al menos un intendente ocupando una silla en el directorio de Aysa, la empresa estatal que preside Malena Galmarini. Se trata de Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, pero en su caso no necesitará renunciar a la intendencia.
El organigrama todavía no es oficial porque es un ministerio cuyas funciones se encontraban desperdigadas en diferentes carteras y lo están rearmando. Es complejo porque además de negociar cada área con los ministerios en cuestión –Interior, Transporte– también significa redistribuir partidas presupuestarias. Pero, si como creen, mañana eso queda resuelto, se darán a conocer los nombres de quienes irán a cada lugar. En la Secretaría de Obras Públicas irá Cascallares, jefe comunal de Almirante Brown, perteneciente a la populosa tercera sección electoral. En la subsecretaría quedará Depetri, uno de los candidatos que había conseguido un resonante triunfo en las PASO, pero que luego perdió en la definitiva.
Cerca de Katopodis explicaban que era lógico que un ministerio como el de Obras Públicas se ocupara con intendentes porque son tareas que obligan a combinar la experiencia de gestión, conocimiento sobre la ejecución de obras y manejo político, todas características que ellos adjudican a los jefes comunales. Adelantaban que cuando se conozca la grilla final también aparecerán intendentes del interior del país. Por ejemplo, en el caso del Plan Belgrano –que pasará a depender de esta cartera–, muy probablemente lo tome un intendente tucumano. Su primer titular fue el radical José Cano, también de Tucumán, con resultados decepcionantes.
Aysa también formará parte del ministerio, la empresa que preside Malena Galmarini, la primera mujer en hacerlo. A Galmarini la secundará Nardini, un intendente de la primera sección electoral, como Katopodis. Aysa presta servicios en la Capital Federal y en buena parte del Gran Buenos Aires, con obra pública a su cargo. Galmarini pidió licencia en la banca de legisladora provincial por la que fue electa en las últimas elecciones. El cargo de Nardini en el directorio, en cambio, es ad honorem y puede seguir desempeñándose como intendente.
Lo llamativo del asunto es que, con esta configuración, los intendentes bonaerenses estarán mucho mejor representados en el gabinete del presidente Alberto Fernández que en el del gobernador Axel Kicillof, quien no colocó ninguno como ministro. Además, en el gobierno nacional no se da por cerrado que algún otro jefe o exjefe comunal puedan sumarse en las segundas líneas. Incluso, podría agregarse a la lista el ministro de Transporte, Mario Meoni, exintendente de Junín. Pero cerca de Kicillof recuerdan que su vice, Verónica Magario, era intendenta de La Matanza y que el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín, es un histórico colaborador de Martín Insaurralde, el alcalde de Lomas de Zamora.