"Si los trasladan voy a ir donde los manden y no vos a dejarlos tranquilos”. Las palabras del dirigente wichí de Santa Victoria Este, Gervasio Barbier, se refieren a la gerenta del Hospital, Marcela Quispe, y el chofer de apellido Romero, al anunciar la toma del Hospital de Santa Victoria Este que iniciará este lunes.
Barbier tomó la decisión tras la muerte de su hija, Belén, y su yerno, Milton Corvalán, quienes fallecieron el lunes. Las muertes se produjeron tras el choque entre la ambulancia del Hospital y la moto en la que viajaba la pareja, sobre la ruta provincial 54 en el camino que une Misión La Paz con Santa Victoria.
Aunque desde el Hospital insistieron que la moto iba sin luces, Barbier afirmó que la ambulancia no estaba en las condiciones óptimas para prestar el servicio. A ello agregó que el chofer habría estado alcoholizado.
Belén es la segunda hija que pierde Barbier. La primera falleció tras una enfermedad que entendió, no fue bien tratada en el Hospital.
No es la primera vez que el dirigente reclama por la mala atención en el Hospital, ni contra la gestión de Quispe. Más de una vez se realizaron medidas de las comunidades wichí en el pueblo con denuncias de diversas irregularidades.
Quispe entendió que Barbier actúa desde el dolor de la pérdida de su hija y sostuvo que ahora deberán determinar los forenses las razones que generaron el siniestro.
Barbier por su parte pidió la intervención de autoridades de la zona sin obtener respuesta. Desde el sector del actual intendente wichí, Rojelio Nerón, se indicó que “se va a velar por los habitantes de Santa Victoria sin causar ningún tipo de conflicto”.
Auditoría
Los datos más objetivos de las falencias del Hospital pueden encontrarse en un informe de la Auditoría General de la Provincia. Este analiza la gestión de 2015 pero fue recién publicado en 2018. Quispe aclaró que en 2015 estaba afectada a Las Lajitas, lo cual se extendió hasta 2016, cuando le pidieron ser gerenta.
“Cuando llegué lloré por cómo estaba el Hospital”, contó la médica a Salta/12. En 2010 empezó a trabajar en la comunidad de Alto la Sierra, de Santa Victoria, por seis meses y luego en el Hospital de Santa Victoria Este hasta mitad de 2015 cuando pidió el traslado.
Explicó que al regresar en 2016 se enteró de que terminaban la auditoría al Hospital. Al gerente a cargo, Patricio Fleming, le había dado un pre infarto. También se enfermó el otro médico designado que llegó a ser derivado en avión sanitario. Es así que, dijo, en ese lapso la gerencia quedó a cargo de una enfermera que ahora debía hacerse cargo de toda un área operativa complicada. “Victoria es un lugar al que nadie quiere ir por lo problemático”, dijo la médica quien afirmó que tras las recomendaciones que surgieron de la Auditoría se mejoró el Hospital en todos los sentidos posibles.
“Cuando volví pedí ayuda al Ministerio”, dijo Quispe quien afirmó que se concluyeron obras de infraestructura y hasta se bajó la tasa de derivaciones a otros hospitales del 90 al 60 por ciento. También solicitó un parque automotor óptimo. Sin embargo quedaron solo cuatro ambulancias que por la instransitabilidad de los caminos deben estar en constante mantenimiento.
Falencias de larga data
Entre las muchas observaciones que se registraron en el análisis se indica que al menos en 2015 la Provincia remitió por cada solicitud, sólo los medicamentos y materiales descartables que posee en stock, imposibilitando cubrir las necesidades de insumos.
Durante el accidente que ocurrió el lunes 9 de diciembre pasado el Hospital solo tenía dos de las cuatro ambulancias en funcionamiento. Una fue la del choque. La otra estaba con un traslado en el paraje San Miguel. Ya en 2015 la AGP señaló en su informe que el Hospital disponía de cuatro unidades: “una ambulancia afectada al Hospital Base y tres destinadas a los Centros de Salud de las localidades: Misión La Paz, Santa María y La Puntana”. Pero ya en aquel momento “se verificó, que la única unidad móvil de traslado sanitario afectada al servicio de ambulancia del Hospital Base, se encontraba detenida sobre Ruta 54 por desperfectos mecánicos, en ocasión del traslado de un paciente derivado al Hospital de Tartagal.”.
Desnutridos y falta de leche
También se indicó que durante el primer cuatrimestre de 2015 se observó el deficiente seguimiento de salud de niños menores de 1 año, alcanzando solo el 40 por ciento de la meta programada y en el caso del grupo etáreo de 1 a 9 años, se cumplió solo la mitad del objetivo. Respecto de los embarazos se indicó que en el segundo cuatrimestre de 12 casos propuestos, solo se controló uno. El porcentaje de los niños menores a 1 año a los que se le realizó seguimiento fue aún menor que el registrado en el período anterior, de 41,66 pasó a 37,50 por ciento.
“El Área Operativa de Santa Victoria Este incumplió con la obligación de proveer información de la cantidad de niños nominalizados por su estado nutricional crítico, al sistema de datos y estadísticas nutricionales de la Secretaría de Nutrición y Alimentación Sustentable del MPS referido a los meses de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, noviembre y diciembre de 2015”. El informe de la AGP sostuvo que la situación se agravó tras un trabajo de campo que verificó “la existencia de 15 pacientes con diagnóstico de desnutrición-deshidratación durante todo el mencionado año”. Las estadísticas indicaron que en aquel año los niños de 0-2 años y de 2-5 años con bajo y muy bajo peso, por área operativa y zonas sanitarias de Salta para el ejercicio 2015 indicaban una media de 1,7 y 1,2 %, respectivamente. En Santa Victoria Este el 3,6 % de los chicos de 0-2 años con bajo y muy bajo peso y 1,8 por ciento para el grupo etáreo de 2 a 5 años.
De acuerdo a las estimaciones elaboradas con las planillas de entrega de leche entera en polvo presentadas por la Secretaría de Nutrición y Alimentación al cierre del ejercicio 2014, el Área operativa de Santa Victoria Este contaba con un stock de 6.546 kilogramos que se entregaron durante los primeros meses del ejercicio siguiente. Con el mismo criterio, al finalizar el mes de Noviembre de 2015, existían aproximadamente 847 kilogramos en stock en el servicio de atención primaria de la Salud (APS). En diciembre de 2015 el Hospital no recibió leche de los programas nacionales ni provinciales. Pero tampoco explicó las razones de no repartir la que quedaba tratándose de un área de alta criticidad con niños de bajo peso y muy bajo peso. Tampoco informó ni aportó evidencias de las gestiones concretadas por ante el Ministerio de Salud Pública Provincial y Nacional, ante la ausencia de remesas de leche durante el mes de diciembre de 2015.
En aquel año La Secretaría de Nutrición y Alimentación Sustentable informó la cantidad de leche entera en polvo distribuida en toda la provincia enviada por Nación, resultando que durante el período Enero-Septiembre de 2015 se distribuyeron 819.760 kilogramos y en el mismo período durante el año 2016 se distribuyeron 160.404 kilogramos lo que significó una disminución del 80,43 por ciento.