La jornada dominical del fútbol español dejó una imagen inédita: el partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete de la segunda división resultó suspendido en el entretiempo, porque los futbolistas visitantes se negaron a jugar en solidaridad con el ucraniano Roman Zozulia, a quien los hinchas locales hostigaron al grito de "puto nazi" por sus simpatías con la extrema derecha de su país.
A los pocos minutos de comenzar el partido, la afición del Rayo comenzó con sus gritos contra Zozulia, que en 2017 había sido cédido a préstamo por parte del Betis al club de los suburbios de Madrid, pero no llegó a debutar porque los hinchas lo acusaban de simpatizar con el neonazismo, por su apoyo al ejército de su país. Por ese motivo, el internacional ucraniano debió volverse a Sevilla sin siquiera haber podido entrenarse con sus compañeros.
Zozulia, en aquel momento, se defendió de los cuestionamientos. "Me acusan de defender al ejército ucraniano contra los terroristas prorrusos y por eso era fascista. Han sido acusaciones injustas contra mí y contra Ucrania. Estoy convencido de que si lo que ha ocurrido en Ucrania hubiera sido en España, muchos serían los primeros en ir a defender a su país", dijo el delantero de 30 años tras abandonar el club. En España, la hinchada de Rayo es conocida por sus simpatías de izquierda y en muchas ocasiones lo demostraron con acciones concretas.
Ante los gritos de los hinchas contra el delantero ucraniano, el árbitro José Antonio López Toca decidió parar las acciones para que la voz del estadio indicara que si los cantos continuaban, el encuentro se iba a detener. Al llegar al descanso, los jugadores del Albacete se solidarizaron con su compañero y no quisieron regresar al campo.
Mientras aguardaban que el árbitro definiera la continuidad o no del partido, los aficionados del Albacete intentaron distender la situación cantando "Era una broma, Zozulia era una broma", pero la resolución final no tomó en cuenta esos cantos y el encuentro finalmente fue suspendido.
LaLiga, el organismo que tiene a su cargo el torneo español, emitió un comunicado en el que avaló la reacción del árbitro y la suspensión del partido. "LaLiga manifiesta su acuerdo con la decision tomada por José Antonio López Toca, el árbitro del partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete, de suspender el encuentro ante los graves insultos y amenazas sucedidos durante la primera parte contra Roman Zozulia, jugador del club visitante y ante la petición de los dos equipos en el estadio de Vallecas. Desde LaLiga seguimos trabajando para erradicar la violencia, el racismo y la xenofobia en los estadios del fútbol profesional español", dice el comunicado publicado por el ente organizador del certamen.