Hacer una Orange Is The New Black trocando las cárceles femeninas por los burdeles londinenses del siglo XVIII. Esa fue la premisa que tuvieron las creadoras de Harlots. La entrega concebida por Moira Buffini y Alison Newman acaba de estrenar su tercera temporada (va los sábados a la media noche por Fox Premium Series y ya está disponible en Flow). En estos capítulos, la historia girará en torno a una nueva casa de citas creada por las chicas de Wells. Sus nuevos competidores son los hermanos Hal e Isaac Pincher, dos proxenetas de modales brit.
Lo que se mantiene es la intención de representar a la ciudad del Támesis como una nueva Roma, decadente, opulenta, llena de humo y con las prostitutas haciendo su trabajo en cada calle. Uno de los recursos posmodernos más logrados es el de aggiornar ese período con música actual. Otro juego interesante es el uso de la “Harris’s List”, un directorio anual que se publicaba entonces con detalles de las prostitutas de Covent Garden. Es cierto que se corre el riesgo de glamourizar y caricaturizar la prostitución junto al de presentar a sus personajes como protofeministas. Pero esa es justamente la intención, construir un relato histórico desde el punto de vista de las meretrices. Vale destacar que detrás del envío se destacan las mujeres. “Tenemos guionistas, directoras, productoras. Se siente bien y no es menor, por lo que la perspectiva femenina es muy importante en este caso. Estoy muy orgullosa de ser parte de esto”, puntualizó la actriz Samantha Morton, una de sus protagonistas.