El desempleo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ascendió hasta 8 por ciento en el último trimestre de 2016. Los datos difundidos ayer por las autoridades estadísticas porteñas evidencian un incremento de 1,2 puntos porcentuales frente al mismo período el año pasado. Durante el primer año del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, la cantidad de “vecinos” que no consiguen empleo subió de 115.667 a 136.562, lo que significa un total de 20.895 individuos más sin trabajo a lo largo del año. La cifra representa una desaceleración en el proceso de destrucción de empleo frente a los guarismos registrados en los trimestres anteriores. Sin embargo, los datos no evidencian la recuperación del mercado de trabajo promovida desde finales del año pasado por la Casa Rosada.
Durante el año pasado, el deterioro de la escena laboral porteña estuvo concentrado entre los individuos que viven en el sur de la ciudad. En esa zona, el desempleo registró un salto interanual de 10,1 a 12,9 por ciento entre octubre y diciembre. La tasa de subocupación horaria, aquellas personas que desean trabajar más pero no lo consiguen, pasó de 8,6 a 9,2 por ciento.
El incremento en la tasa de desempleo durante el último trimestre de 2016 se explica por una contracción en la tasa de empleo y una ampliación en la tasa de actividad. Los niveles de empleo disminuyeron de 51,7 a 51,6 por ciento frente al mismo período el año anterior. Por su parte, la tasa de actividad pasó de 56,1 a 55,5 por ciento. Una interpretación para esa dinámica indica que, si bien existe un proceso de destrucción de empleo asociado a la recesión que generaron las políticas económicas del nuevo gobierno, el incremento en la desocupación se explica por la caída en el poder de compra de las familias porteñas. ¿Por qué? El deterioro en los ingresos de los hogares asociado a la aceleración de la inflación forzaría a que más individuos salgan a buscar empleo pero no lo consiguen. En la retórica neutral que comenzaron a desplegar las autoridades estadísticas porteñas en sus anteriores informes, “la causa principal del aumento del desempleo es más la imposibilidad de absorber las nuevas incorporaciones a la actividad laboral que la pérdida de puestos de trabajo”.
La tasa de desocupación porteña alcanzó el 8,0 por ciento a comienzos de 2016 y al finalizar el primer semestre del año pasado trepó hasta 10,5 por ciento. En el tercer trimestre el indicador marcó 9,8 por ciento y registró su variación interanual más significativa. En el período octubre-diciembre, el dato publicado ayer, la tasa fue de 8,0 por ciento.
A nivel nacional, como consecuencia del apagón estadístico, el Indec solo informó el resultado para el tercer trimestre del año. Fueron 1.069.000 desocupados, equivalente a una tasa de desempleo del 8,5 por ciento. Según ese informe, los centros urbanos de más de 500 mil habitantes suman 967 mil desocupados. El número mayor de desocupados corresponde al área metropolitana de Buenos Aires (705 mil), correspondiendo 129 mil a la Ciudad Autónoma y 576 mil al conurbano. La tasa de desocupación informada para dichos distritos es del 7,9 por ciento en la CABA cuando un año atrás era del 3,9 por ciento.
La información publicada por la Dirección General de Estadística y Censos porteña expone la ausencia de motores de crecimiento que permitan quebrar con la tendencia contractiva e impulsar el nivel de ocupación. La misma dinámica se observa a nivel nacional. Quince días atrás el Ministerio de Trabajo informó que durante 2016 se destruyeron 43.609 puestos de trabajo registrados en el sector privado. Los datos del Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA) revelan una caída del 0,7 por ciento en diciembre contra el mismo mes del año anterior. La construcción y la industria manufacturera son los sectores con mayor peso a la hora de explicar la merma en el empleo. Los registros muestran que a lo largo de los últimos meses el proceso de destrucción masiva de empleo asalariado formal se frenó aunque no hay indicios sobre la recuperación anunciada por el Gobierno. Por su parte, el último informe del Cifra estima que se destruyeron alrededor de 128.000 puestos de trabajo registrados entre el 4° trimestre de 2015 y el 3° trimestre de 2016.
En términos geográficos, el deterioro de las condiciones laborales estuvo concentrado en el sur de la CABA donde el desempleo trepó hasta 12,9 por ciento, una suba de 2,8 puntos porcentuales frente al mismo período del año anterior. En cambio, en las zonas norte y centro de la ciudad la situación se mantuvo relativamente estable y la desocupación se ubicó en 4,5 y 7,2 por ciento, respectivamente. En esos casos el incremento fue de 0,3 puntos en el norte y 0,7 puntos en el centro.