Al menos ocho personas resultaron heridas en un enfrentamiento entre sectores de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en la sede gremial, en Balvanera, horas después de que comenzara un paro de choferes de 50 líneas en el que los trabajadores reclamaron el apoyo del sindicato. Uno de los heridos había recibido balazos, otros tenían lesiones provocadas por golpes de puño y elementos cortantes; seis de ellos estaban anoche internados en el Hospital Ramos Mejía. “Hay ya ocho heridos, la sede de Moreno fue ocupada de manera violenta y las fuerzas de la infantería rodean al lugar”, señalaron voceros gremiales opuestos a la conducción del sindicato. Alberto Crescenti, titular del SAME, señaló que los heridos eran ocho.
Hacia la noche, los integrantes de la infantería de la policía porteña conformaron un cordón en el frente de la sede del sindicato, inundado por papeles, restos de vidrios y un auto dado vuelto.
El enfrentamiento comenzó alrededor de las 16.30. Vecinos y comerciantes señalaron a la prensa que “en el lugar había policía a esa hora pero no hicieron nada cuando llegaron” los manifestantes.
“Tomaron el gremio, lastimaron a todos, estoy arriba del techo”, dijo el titular de UTA, Roberto Fernández, durante una entrevista radial mientras todavía los incidentes en la calle no habían cesado. “Si suben, los mato a fierrazos”, aseguró en la misma conversación. Por su parte, referentes de la oposición a su conducción reclamaban al mismo tiempo, en entrevistas televisivas que “vinimos acá a presentarnos y pedir que nos abran la puerta y fuimos agredidos, nos tiraron con gases lacrimógenos”, y que “empezaron a tirar tiros”. Más tarde, al caer la noche, Fernández –quien contó que llamó a la policía para que desalojen el edificio– dijo que no había armas dentro del edificio.
Las manifestaciones habían comenzado por la mañana, en el Puente Pueyrredón, el cruce de avenida General Paz y en Puente La Noria, y Puente Alsina, luego de declarado un paro por tiempo indeterminado de los trabajadores de la empresa DOTA (Doscientos Ocho Transporte Automotor S.A.), que nuclea más de 40 líneas de colectivo, entre ellas la 60. Por la tarde, cuando se levantó el corte del Puente, los choferes, que reclaman mejoras salariales y rechazan dos despidos, se movilizaron hasta la sede de la UTA.
Una vez llegados al edificio, los manifestantes intentaron ingresar, pero no les fue permitido. “Vinimos a pedir una asamblea con los compañeros que se encontraban despedidos y nos encontramos con tiros, granadas, no sé qué cosas más”, dijo ante las cámaras de la televisión uno de los trabajadores llegados a la sede del sindicato. “El paro va a seguir hasta que Roberto Fernández se vaya del sindicato”, agregó.
Miguel Bustinduy, ex dirigente de UTA, explicó que “el paro de 50 líneas de colectivos continuaba esta tarde por mejoras salariales y el rechazo a dos despidos de un trabajador de la compañía que tiene fueros gremiales”. Además, señaló, “se impone de manera urgente una recomposición de los haberes porque ya no alcanzan para comer”.
“Fernández nunca se acercó a los trabajadores. Siempre estuvo escondido. Fue oficialista durante el macrismo y ahora permanece oculto, mientras los choferes no tienen para comer. Pedimos inmediatas elecciones libres y transparentes para que asuma una nueva conducción”, aseguró un integrante de la opositora Agrupación Juan Manuel Palacios, quien fue titular del gremio y falleció hace años en un accidente automovilístico.
Desde la mañana, y por tiempo indeterminado, comenzaron medidas de fuerza en líneas de colectivo que recorren la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. La medida afectó a las líneas 5, 6, 7, 8, 9, 10, 20, 21, 23, 24, 25, 28, 31, 44, 50, 51, 56, 57, 74, 76, 79, 84, 91, 99, 101, 106, 107, 108, 117, 130, 135, 146, 150, 161, 164, 168, 177 y 188, entre otras. Los trabajadores de esas líneas, que iniciaron el paro, no responden a Fernández, deliberaron en asamblea y reclamaron “elecciones limpias y transparentes en la UTA”.