Si algo caracteriza a los fantasmas es su resistencia a partir: nunca se van del todo. Ese fenómeno parece extenderse a sus archirrivales, Los Cazafantasmas, héroes de aquella comedia sobrenatural de 1984 que fue un hito de época y que, desde hace un lustro, parece decidida a repicar y regresar. El trailer de Ghostbusters: más allá, película que será estrenada en 2020 y que representará la cuarta entrega de la saga, promete una nueva visita al universo de aquellos neoyorquinos con ropa de fumigadores que se volvieron la gran referencia de Hollywood en la lucha (humorística) contra amenazas fantasmagóricas. Ghostbusters: Afterlife será dirigida por Jason Reitman, cuyo CV incluye la dirección de algunos episodios de The Office y, fundamentalmente, ser el hijo de Ivan Reitman, director de la película original. Un lazo de sangre que implica toda una rima argumental, ya que los héroes de la nueva entrega no serán científicos excéntricos, y ni siquiera adultos, sino un puñado de adolescentes, descendientes del equipo original. El trailer ya develó lazos de sangre con el más nerd de los Cazafantasmas originales (Egon Spengler, icónico personaje que interpretara el fallecido Harold Ramis) y aún quedará por descubrir qué otro grado de parentesco une a los demás chicos con otros miembros del elenco de 1984, como Dan Aykroyd, Sigourney Weaver y hasta Bill Murray (de quienes, por otra parte, se anuncian cameos).
Entre los protagonistas teen de Ghostbusters: Afterlife se destaca una carita muy familiar para el universo seriéfilo, el flaco y largo actor canadiense Finn Wolfhard, protagonista de Stranger Things (allí interpreta a Mike, el noviecito de la Eleven de Millie Bobby Brown). Finn encabeza al grupo de chicos que descubren sus vínculos con los personajes de la generación anterior y genera un extrañísimo caso paratextual de inspiración mutua y retroalimentación paradojal: en uno de los episodios de Stranger Things supo disfrazarse, para Halloween, con el característico traje de fajina de Los Cazafantasmas. Y ahora la saga cinematográfica parece remitir, precisamente, a Stranger Things, al contar la historia de un grupo de adolescentes que intenta comprender un mundo inexplicable, sobrenatural y peligroso. El elenco de Ghostbusters: Afterlife se completa con el hiperactivo Paul Rudd, en el papel de un docente que creció en los '80 y es el único en pantalla que sabe tanto como nosotros de Los Cazafantasmas, mientras que los chicos desconocen todo sobre su pasado familiar, sobre aquellos viejos héroes neoyorquinos y su gesta contra los espectros.
Con una sorpresiva mudanza al hábito rural y más clima de thriller sobrenatural adolescente que de comedia pop, el trailer de Ghostbusters: Afterlife parece un auspicioso intento de regreso para una saga que ya intentó una vuelta, sin muchas luces. Fue en 2016, cuando la extraña Cazafantasmas operó como reboot, casi clonando el guion original pero con un plantel femenino. El resultado fue una comedia bastante liviana, pese al delicioso y sacado trabajo de Kate McKinnon. Acaso astutamente, Ghostbusters: Afterlife ninguneará los hechos de esa película y se ubicará como continuidad narrativa directa de las dos originales, las rodadas en los '80, en base a los mencionados lazos sanguíneos entre sus personajes.
Sin embargo, más allá de la patinada de 2016, los pergaminos y el aura de culto de Los Cazafantasmas vienen manifestándose con firmeza desde fuera de la saga. No sólo por los guiños mencionados del hit Stranger Things, sino también por la serie documental The Movies that Made Us, que estrenó Netflix este año y que dedica su mejor episodio a Los Cazafantasmas. El documental es muy recomendable: brinda –acaso esperables– imágenes y testimonios de la serie, pero también revela cómo todo en esa película fue hecho rigurosamente a las apuradas y hasta desnuda el distanciamiento entre Harold Ramis y Bill Murray tras el rodaje de otro de sus clásicos en colaboración, El día de la marmota, una pelea que duró hasta poco antes de la muerte de Ramis, y cuya resolución, contada por su hija, resulta muy acongojante: a todos nos duele ver pelear a los Cazafantasmas.