Tal
como lo habían pactado el diputado nacional Alfredo Cornejo y el gobernador de
Jujuy, Gerardo Morales, el mendocino fue electo para conducir, al menos por dos
años más, al Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR). “No han sido
buenos estos cuatro años para el partido dentro de Cambiemos. Impusimos
políticas que sabíamos que no iban a funcionar, y en muchas ocasiones fuimos los voceros”, exclamó Cornejo en tono crítico con el partido, y agregó: “No quiero
que nadie se sienta ofendido”, para calmar las aguas. Además, el dirigente dio claras señales hacia
adentro de la coalición de Juntos por el Cambio, ahora opositora: “La UCR es el
mejor partido para liderar la oposición”. Incluso reconoció los resultados
negativos en la gestión económica, pero se destacó que el gobierno de Mauricio
Macri dejó una “justicia independiente”, mientras lo miraba desde las primeras
filas el histórico operador judicial Enrique “El Coti” Nosiglia. Sobre el cierre, remarcó que el partido centenario debe trabajar para gobernar la Argentina en cuatro años.
En su última Convención Nacional, en mayo de este año en Parque Norte, la UCR modificó su carta orgánica, y desde entonces acordaron que la designación de autoridades del Comité Nacional debe ser paritaria entre hombres y mujeres. Así, la vicepresidencia quedó en manos de la diputada provincial Alejandra Lordén, defensora de la legalización del aborto. La segunda vicepresidencia quedó para el chaqueño Ángel Rozas, mientras que la tercera para la diputada nacional por Córdoba Soledad Carrizo. Morales, que fue el segundo de Cornejo en el período 2017-2019, quedó como secretario general, cargo que ocupaba el tucumano José Cano. Una de las figuras históricas del radicalismo porteño, que reapareció en este plenario de delegados, fue Nosiglia, que quedó séptimo en la lista, con el cargo de secretario. Estuvieron entre los presentes los tres gobernadores que se reunieron con Alberto Fernández: Rodolfo Suárez (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy).
En su discurso Lordén hizo hincapié en la necesidad de "generar consenso para poder avanzar" dentro de la coalición que comparten con la Coalición Cívica y con el PRO. "Necesitamos un radicalismo unido para las nuevas demandas", dijo la dirigente de la provincia de Buenos Aires, que dentro del espacio es reconocida por "dialogar con todos los sectores". Por su parte, Morales reconoció que se vienen "muchos debates con los socios de la coalición (el PRO y la Coalición Cívica)" y que deberán "hacer muchos esfuerzos para mantener la coalición". "No nos cortemos las venas por las diferencias en el Congreso", sintetizó el gobernador, mientras lo aplaudía el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio Mario Negri.
Desde temprano, en la histórica sede radical de la calle Alsina al 1786, un grupo de radicales del conurbano llegó para asistir al plenario con banderas que decían “La derecha es el límite. Macri es la derecha”, en referencia los dichos del ex presidente Raúl Alfonsín sobre el último mandatario. Algunos minutos antes de que comenzara el encuentro, este grupo fue increpado a los empujones por la seguridad de la Casa Radical, generando un clima de tensión entre los presentes. “Vinimos temprano y nos dijeron acá (en la entrada del edificio) no se pueden colgar banderas. Entonces las corrimos. Después las quisimos colgar en las gradas y tampoco nos dejaron”, explicó a Página/12 uno de los presentes. Durante el encuentro, el lugar al que estos quisieron acceder, quedó colmado por cornejistas, mientras que las banderas críticas con Mauricio Macri, que pedían que el radicalismo quede por fuera de Cambiemos, quedaron en la calle. “Para los aplaudidores siempre hay lugar. ¿Dónde se vivió que en la sede de un partido política no se puedan colgar banderas?”, se preguntaba con mucho enojo uno de los militantes disidentes con la conducción.
Al radicalismo le queda por definir quién quedará a cargo de la Auditoría General de la Nación (AGN). El artículo 85 de la Constitución Nacional le otorga esta facultad al partido con mayor cantidad de legisladores en el Congreso Nacional. Si bien Morales había dicho que el cargo debían cedérselo a Pichetto para consolidar Juntos por el Cambio, dentro del partido habría consenso para no entregarle a un dirigente ajeno la conducción del organismo regulador. Otro de los cargos que les queda por definir es la designación de la banca en el Consejo de la Magistratura, que quedó pendiente cuando la ex senadora de la UCR Inés Brizuela y Doria asumió como intendenta de la ciudad de La Rioja. Esta disputa ya parece estar cerrada, y se encamina para que la jujeña Silvia Giacoppo asuma como consejera con el apoyo de la bancada radical de la Cámara alta.
Informe: Antonio Riccobene