Los destrozos en la sede gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en Ciudad de Buenos Aires dejaron oficinas revueltas, electrodomésticos rotos y ventanas hechas añicos por todo el suelo. En el lugar trabaja policía científica levantando huellas, rastros y analizando las filmaciones de las cámaras de seguridad para atribuir las responsabilidades al ataque.
Los cinco pisos de la sede quedaron destruidos por los enfrentamientos de ayer, que culminaron con al menos ocho personas heridas, tras el anuncio de un paro de los choferes de 50 líneas. La fiscal Estela Andrades quedó a cargo de la causa para investigar lo sucedido.
Las personas que ingresaron a la sede golpearon a los trabajadores, robaron billeteras, celulares, carteras de las empleadas, se llevaron computadoras, muebles, televisores, hasta una imagen de la Virgen que estaba en el cuarto piso.