Las operaciones para la salida de menores de edad de las zonas de concentración de la guerrilla FARC, uno de los temas más espinosos del proceso de paz en Colombia, comenzaron ayer como parte del acuerdo para superar medio siglo de conflicto armado.

“Ya está en marcha la primera operación humanitaria del año 2017, en la que los menores de edad saldrán de las Zonas Veredales Transitorias de Normalización”, donde se agrupan los rebeldes para dejar las armas y reincorporarse a la vida civil, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado. El organismo sostuvo que se tratará de varias operaciones en distintos puntos del país, en las que participarán varias organizaciones sociales designadas para preparar a los menores de edad para su traslado y el proceso de reincorporación posterior.

La presencia de menores en filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del país, ha sido uno de los temas más complejos del proceso de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos. A finales de enero, el presidente exigió a los rebeldes que entregaran a los menores de 15 años, como lo acordaron las partes en marzo pasado. Dos meses después, en mayo, se pactó además su salida en breve, pero se demoró por problemas de ejecución de los rebeldes. Al día de la fecha, sólo salieron 13 menores de los campamentos, el 10 de septiembre pasado, según el gobierno.

Representantes del gobierno y de la guerrilla activaron el 26 de enero los protocolos para la salida de todos los menores de 18 años de las filas insurgentes. Las partes acordaron que el proceso se iniciaría una vez que la guerrilla estuviera concentrada en las 26 zonas del país donde a más tardar a finales de mayo deberán dejar las armas. La fase de agrupación de los rebeldes se completó el 18 de febrero.

“La salida de menores de filas de las FARC demuestra que el proceso de paz no tiene marcha atrás”, dijo Carlos Alfonso Velásquez, analista del conflicto armado. Según este profesor de la Universidad de la Sabana, al entregar a los menores los rebeldes asumen que para ingresar a la legalidad deben someterse a la normativa vigente y dejar atrás sus reglamentos internos, que permitían el reclutamiento de adolescentes.

Una vez fuera de los campamentos, los niños y adolescentes serán examinados por médicos del CICR, que certificarán que su estado de salud sea adecuado para trasladarlos a un lugar transitorio de acogida. Allí, los recibirá un equipo de Unicef, un delegado de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos y los representantes del Consejo Nacional de Reincorporación, explicó el organismo internacional. “Tras estas operaciones, los menores de edad podrán seguir adelante con el proceso de reincorporación”, agregó.

Las partes anunciaron hace más de un mes la aprobación de los principales lineamientos para el restablecimiento de derechos, reparación, reincorporación e inclusión social de los menores, que estará a cargo de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos. El gobierno no precisó cuántos menores hay en filas de las FARC, aunque en mayo del 2016 el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, habló de cerca de 170. Según el comandante guerrillero Pastor Alape, encargado de este tema en las FARC, en filas rebeldes hay cerca de 23 menores de 15 años. Entre 2002 y 2014 se desmovilizaron unos 4.500 menores de edad de grupos armados ilegales, 65 por ciento de los cuales pertenecía a las FARC, según cifras oficiales.

Por otro lado, el proceso de desarme comenzó el jueves con la elaboración de un inventario de las armas en manos de los guerrilleros y su finalización está prevista para el próximo 1 de junio, de acuerdo al cronograma establecido por las partes, que ha sufrido algunos retrasos por problemas logísticos en los campamentos de concentración de los insurgentes. La Misión de la ONU en Colombia reiteró que inició la implementación gradual de tres tareas específicas para supervisar la entrega de armas. Esas tareas son la identificación y registro de todas las armas en los campamentos temporales de las FARC en las 26 zonas de reunión, el almacenamiento de las armas de los guerrilleros que forman parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del cese el fuego y la planificación y verificación de la destrucción del armamento inestable.

Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó a su equipo de gobierno visitar los 26 lugares del país donde están reunidos los guerrilleros de las FARC –zonas veredales– para impulsar la  implementación del acuerdo de paz.

Cada equipo de trabajo hará un recorrido por la sede local del Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación, donde los observadores de Naciones Unidas entregarán a los funcionarios un reporte sobre el estado del lugar. Inmediatamente después, los ministros y directores de entidades se reunirán con el alcalde del municipio y el gobernador del departamento, así como con líderes comunitarios de la región.

 La agenda también incluye un saludo a los integrantes del Ejército y la Policía que prestan protección y seguridad en el área, y una visita a los campamentos donde los ex combatientes de las FARC cumplen su proceso de abandono de armas y tránsito a la vida civil.