El Grupo Recuperación Amigos del Arte (GRAA), que reclama por el patrimonio de la asociación cultural cuya sede funcionaba en la casona ubicada en 3 de Febrero al 700 y que fue demolida para construir tres torres de departamentos, reiteraron ayer el pedido de intervención presentado el pasado 8 de noviembre ante la Inspección de Personas Jurídicas. "Es el único camino posible para el rescate y preservación de una institución señera de la cultura local", señalaron. El grupo solicitó que a partir de la intervención se puede abrir la inscripción de nuevos socios, intento que fue rechazado por la actual comisión directiva, y que se convoque a una asamblea que modifique el estatuto vigente desde 1944, año de su creación. "Queremos que estas situaciones no se vuelvan a repetir, poner en salvaguarda a otras instituciones de la ciudad, como el club Italiano, que tuvo un proceso similar. Pretendemos que se sancione una legislación provincial que las releve y las declare Patrimonio Histórico Cultural", planteó Marisa Chazarreta, una de las referentes del reclamo.
Aunque buena parte de la obra de la asociación fue donada al Museo Castagnino --cuyos equipos inventariaron, calificaron el estado en el que recibieron cada una de las 160 obras que antes de la demolición fueron amontonadas en un gimnasio, y su futuro mantenimiento-- el grupo exige que lo mismo deberá ocurrir con "las esculturas, el piano de concierto marca Bluthner de origen canadiense, el archivo, la biblioteca, las placas, el mobiliario clásico, la propiedad, y el comprobado faltante de obras pictóricas".
Desde el GRAA remarcaron que tras contactar a la dirección del Museo Castagnino, la cuestionada asociación decidió donar las obras pictóricas. También recordaron que cuando la actual comisión directiva, cuyo presidente es Rubén Pedalino, fue a la Comisión de Cultura del Concejo Municipal con un acta labrada por escribano público el pasado 11 de septiembre, un mes después de haber iniciado el reclamo para transperantar la situación, dando cuenta de 104 obras pictóricas, pero al Museo entregaron 160. "Esto quiere decir que había 56 obras que estaban desperdigadas por fuera del registro que realizo la escribana, y además comprobamos que faltaban cuatro obras del artista plástico Fabián Marcaccio", denunciaron.
También le apuntaron al fideicomiso que luego de una votación armó la actual comisión directiva con una constructora para levantar las torres en la sede de 3 de Febrero al 700 que fue adquirida a través de un crédito del Fondo Nacional de las Artes en 1960. "En marzo termina el mandato, pero no su responsabilidad sobre estos graves hechos", indicaron, para luego afirmar: "Hemos visto el listado de 22 socios y vemos serias irregularidades sobre las que se tendrá que expedir la justicia. Y no escapa a nuestra visión que de los 22 socios, nueve son vecinos de la ciudad de Funes, y cuatro de ellos fueron funcionarios hasta hace poco del Ejecutivo municipal, eso nos llama poderosamente la atención".
"Esta es una historia que no debió haber sido contada, no debió haber ocurrido. Amigos del Arte es una institución que cobijó a varias generaciones de artistas de todas las disciplinas, por eso no podemos dejar de señalar que la gestión anterior hubiera tenido la delicadeza de responder nuestras notas o invitarnos a uno de los tantos pedidos de reunión", planteó Edgardo Juárez, otro de los impusores del reclamo junto a Horacio Castillo, presidente de la asociación entre 2013 y 2015. "También nos hubiese gustado que Personas Jurídicas fuese más expeditiva en nuestro reclamo de intervención, pero sí queremos dejar en claro quiénes son los responsables de esta situación", agregó.
Según Juárez, la decisión de designar un interventor normalizador es "estrictamente polìtica, como ocurrió con el club Italiano. Por eso le dijimos al intendente Pablo Javkin que éste es un leading case, si se lo toma se podrá generar un antecedente para frenar los abusos de estos grupos organizados que se apropian de lo que no les pertenece". El grupo agradeció la presencia de la ex diputada Alicia Gutiérrez, quien impulsó un pedido de informes en la Legislatura provincial. Otro proyecto en tratamiento es el del diputado Carlos del Frade, solicitando que se denomine a la institución y a la propiedad Patrimonio Cultural de la provincia.