El fiscal federal Walter Rodríguez acusó ayer al ex jefe de la Policía Federal en Santa Fe Mariano Valdés y a su número dos, el ex subjefe Higinio Bellaggio y pidió la indagatoria de ambos por cinco cargos: supuesta “confabulación relativa al transporte de estupefacientes”, “abuso de autoridad”, “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, “sustracción de pruebas” y “falso testimonio”. La conducta que les imputó es la “concertación de un plan y la realización de actos preparatorios del delito de tráfico de estupefacientes en su modalidad de transporte” y planteó la necesidad de mantenerles la “medida de coerción” que cumplen, como llamó a la prisión preventiva. En una denuncia de 40 páginas, el fiscal describió la ruta del bolso de Valdés, que el comisario llevaba a bordo de un Ford Focus cuando se produjo el tiroteo del 9 de setiembre, que su acompañante, Roxana González, entregó después a Bellaggio y que éste dijo haber trasladado hasta Santa Fe, donde apareció en un allanamiento, el 20 de setiembre. Un análisis científico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) descubrió en el bolso restos de drogas sintéticas. “Las partículas encontradas constituyen una muestra (…) representativa de una cantidad mayor”, argumentó el fiscal.

En las 40 páginas, Rodríguez ponderó todas las pruebas de la causa. Una es clave: el cambio del testimonio de González, el 19 de setiembre, el día anterior al allanamiento del 20, en Santa Fe. Roxana dijo que su declaración anterior sobre la trama del tiroteo en la autopista había sido “guionada” por su jefe. Y contó lo que vio. “Veníamos escuchando música tomando mate, en un momento frena en la ruta, él se tira a la banquina. Aparece una camioneta se bajan tres tipos a hablar con el jefe. Se ponen a hablar con el jefe afuera al costado de la banquina. Eran cuatro, uno se quedó arriba y se bajaron tres. El se bajó y no me dijo nada. No sé qué pasó. Escuché gritos y una discusión entre ellos. Los disparos se produjeron en ese momento. Yo no conocía a las personas que vinieron, estaban vestidos de civil. Escuché disparos, algunos de ellos impactaron contra el auto”, atrás y adelante del vehículo. “Mi jefe gritaba que lo ayuden. Se subió arriba del auto herido y sigue disparado desde adentro del auto, la camioneta se fue rápido. Yo vi a los tres que se subieron y se fueron”, recordó González.

 “Lo relevante es que González no le entregó el bolso a otra persona que no sea Bellaggio” y eso “fue concertado previamente entre los imputados”.

En ese relato del 19 de setiembre, González reconoció que ella retiró el bolso del interior del Ford Focus “por pedido expreso de Valdés”. “Era un bolso verde. Era pesado, grande. Yo sé que era de él”, dijo. Y después se lo entregó a Bellaggio. “Me abrazó y me sacó el bolso y se lo quedó él”. “Era pesado, grande”, reiteró.

Roxana dijo que otro policía –que el fiscal cree que podría ser el jefe de la Federal en San Nicolás, Martín Abalos- se hacía el “canchero” y le “exigía” el bolso, pero ella se lo entregó al segundo de Valdés. “Lo relevante es que González no le entregó el bolso a otra persona que no sea Bellaggio”, dijo el fiscal y eso “fue concertado previamente entre los imputados”.

El fiscal puso en foco una parada de Valdés después del tiroteo en la estación de servicios de Ramallo. “El se dirigió solo a la parte trasera de la estación, donde permaneció unos minutos”, regresó al Focus y siguió viaje a Santa Fe. “Las cámaras de vigilancia revelan que en la parte trasera de la estación de Ramallo no hay espacio destinado a clientes”. Y rato después, “registraron la salida de una camioneta oscura, del mismo lugar al que se había dirigido Valdés”.

La “concertación” entre el ex jefe de la Federal y su segundo “puede inferirse de las llamadas telefónicas mantenidas” inmediatamente después del tiroteo, insistió el fiscal. “Valdés priorizó -en desmedro de su círculo familiar, amigos, allegados y colegas- la comunicación con quien lo secundaba como subjefe de la Delegación Santa Fe, pese a que según sus dichos, habría sido herido por circunstancias fortuitas (al voleo), mientras Bellaggio condicionó el accionar de González ‘sacándole’ el bolso, que para ese entonces parecía tener un valor bastante más significativo si lo comparamos con prendas de vestuario”, agregó.

El fiscal dijo que las “partículas de drogas sintéticas encontradas” en el bolso de Valdés “constituyen una muestra exigua pero representativa de una mayor cantidad transportada”. El experto de la PSA que hizo el análisis dijo que encontró “rastros” de “extasis” que “es un componente de la metanfetamina”. Y en un vaquero de Valdes indicios que “estuvo en contacto con anfetamina”. “La tasa de falsa alarma de ese equipo es menos del 1%”, concluyó Rodríguez.