La jueza del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy Clara "Titina" Lange de Falcone se quedó sin respaldo para continuar prejuzgando a la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, desde el lugar de la máxima autoridad del poder judicial jujeño. Pocos días después de haber asegurado que no permitiría que Sala quedara libre, los integrantes del STJ aprobaron por unanimidad su desplazamiento de la presidencia del tribunal, y emitieron un comunicado en el que se diferenciaron de sus dichos.
"Tales expresiones exceden las atribuciones de representación de la Presidencia del Cuerpo y no reflejan la posición institucional del Superior Tribunal de Justicia", señalaron los ocho integrantes del STJ, entre ellos, Pablo Baca, nuevo presidente del tribunal, quien llegó a ocupar su sillón, en 2016, tras votar como diputado del gobernador Gerardo Morales la ampliación del STJ de 5 a 9 miembros
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"Me animo a adelantarme: no vamos a permitir que quede libre esperando que quede firme su sentencia; creo que la sociedad no lo va a permitir porque no quiere volver a lo que se ha vivido", habían sido las palabras de la entonces presidenta del STJ, que intentó excusarse en que hablaba desde su lugar de "ciudadana común".
Las declaraciones realizadas el jueves pasado, paradójicamente durante la presentación de la Asociación Justicia Jujuy. El repudio público que generaron sus dichos, que incluyó una rápida réplica de la Asociación de Abogados de Jujuy , provocó que este lunes el STJ se reuniera para definir las autoridades del tribunal 2020 y corriera a Lange de Falcone del lugar que ocupó durante cuatro años consecutivos, desde la asunción del gobernador Gerardo Morales.
Cabe destacar que el mismo tribunal que hoy decidió desplazar a Lange de Falcone, en los años previos había acordado mantener a "Titina" en la presidencia, a pesar de que había hecho declaraciones similares contra Milagro Sala. En mayo de 2017, tras la visita del Comisión de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, Lange de Falcone sostuvo que Sala "no es una presa política, sino una política presa" , y lo argumentó con recursos similares a los esgrimidos la semana pasada: "Lo digo no como presidenta del Tribunal, sino como abogada con 52 años de carrera".
Pocos meses después, cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió una cautelar para que se liberara o pasara a prisión domiciliaria a Sala, Lange de Falcone advirtió que solo se trataría de un "cambio de lugar en cuanto a la prisión", a pesar de que los jueces aún no habían definido si optarían o no por dejarla en libertad. Y mostró su disgusto por tener que acatar la decisión de la CIDH, cumpliendo con los pactos internacionales firmados por el país.
Aquel mismo año (2017), la oposición solicitó el juicio político contra Falcone de Lange por una denuncia presentada ante la Justicia Federal, en la que se la investigaba por una serie de correos electrónicos en los que habría coordinado la presentación de testigos ante la misión de la CIDH para evitar que se aceptara la cautelar a favor de Sala.
La ahora ex presidente del STJ es una ex diputada radical que llegó a ser máxima autoridad en 2016, luego de la polémica ampliación de los miembros del tribunal a pedido de Morales. Falcone de Lange es además suegra de Gastón Mercau, uno de los jueces que entiende en las causas contra Sala. Entre otras denuncias, la jueza estaba sospechada de la apropiación ilegal de uno de sus hijos .