En su primera declaración oral ante los tribunales, el empresario Lázaro Báez negó que el vínculo comercial de sus empresas con Los Sauces SA estuviera ligado a su relación personal con la familia Kirchner. “No tengo relación con Cristina Kirchner, sólo respeto por ser la mujer de Néstor. A Máximo lo he visto un par de veces, no he tenido mayores contactos, y con la hija no he tenido relación porque siempre ha estudiado en Buenos Aires”, sostuvo Báez, que también presentó un escrito en el que pidió su sobreseimiento.
Desde el penal de Ezeiza, Báez llegó a Comodoro Py a primera hora de la mañana e ingresó al despacho del juez poco antes del mediodía para dialogar con el fiscal Carlos Rívolo durante poco más de una hora. En ese intercambio, Báez negó que sus empresas alquilaran los inmuebles de Los Sauces por su relación con los Kirchner y explicó que sus empresas contrataban a las “seis o siete inmobiliarias” que funcionan en Río Gallegos ya que no tenían “respuesta para la demanda que necesitaban” para sus obras.
El empresario, además, defendió el crecimiento patrimonial de su grupo constructor: “Todo el mundo pensaba que el Grupo Austral era una tarjeta y se encontraron con una empresa organizada y todo el mundo ahora se quiere quedar con sus activos”, dijo. Báez aclaró, además, que los alquileres con Los Sauces no los resolvía él personalmente, sino que la decisión era tomada por un departamento de su empresa.