La ex diputada y militante gremial Marcela Bordenave, una de las fundadoras de la CTA y del Frente Grande, murió ayer en La Plata. En octubre había perdido a su hijo Bruno Huck, un “duro golpe del que no pudo reponerse”, apuntó Abuelas de Plaza de Mayo, que recordó su aporte a la creación de la Red Nacional por el Derecho a la Identidad (RNDI). Bordenave fue la última compañera del fallecido sindicalista de ATE Germán Abdala. Sus restos eran velados en el Salón de los Pasos Perdidos de Diputados.

“De comprometida militancia social y política para la construcción de un país justo y libre”, resumió Abuelas. “Cuando no existía la Secretaría de Derechos Humanos ni había una política de Estado en la materia, sumó su apoyo a nuestra causa para armar la RNDI con el objetivo de consolidar la búsqueda de los nietos y nietas”, recordó. Como diputada “fue una fuerte impulsora de lo que sería la ley 25.914, de reparación para hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio o secuestrados junto a sus padres”.

Bordenave participó de la fundación de la CTA, de la creación del Frente Grande y luego del Frepaso. Asumió como diputada en 1995 y renovó su banca por la Alianza en 1999. Su última actuación política fue como directora de Proyectos de Integración Ciudadana de Cancillería en la gestión de Cristina Kirchner. “Fue una gran luchadora ante las adversidades de la vida y de la política. Jamás claudicó en los ideales del campo nacional y popular”, la despidió el bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ.