Carlos De Feo, secretario general de la CONADU, señaló que “con el macrismo hubo una pérdida del 20 por ciento en el presupuesto y recortes en ciencia y tecnología”. “No debemos olvidar que el 95 por ciento de la investigación científica en la Argentina la hace las universidades públicas”, remarcó.
“El gobierno saliente recortó en todos los campos, eliminó convenios de las universidades con otros sectores, aunque algunos dejó. Redujo también las becas del Plan Progresar para pibes de bajos recursos. Son políticas concretas que fueron afectadas”, afirmó De Feo y destacó que durante los cuatro años del macrismo “fueron los sindicatos del sector quienes estuvieron claramente en la resistencia”.
Respecto del nuevo gobierno, el dirigente resaltó: “Vemos muy bien lo que dijo Alberto Fernández sobre las universidades, que es algo que lo venía diciendo desde antes de ser electo y luego lo siguió sosteniendo”.
“Vemos un panorama alentador, porque recibimos una gravísima situación presupuestaria y los sindicatos vamos a tener un papel fundamental. Queremos un gran acuerdo con políticas de mediano plazo para sacar a las universidades del páramos que las dejó el macrismo”, opinó De Feo.
La inversión, un pilar
Daniel Ricci, secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), precisó que “la educación superior no es ni un gasto ni un privilegio” y recordó que “en reiteradas oportunidades, a lo largo de los cuatro años de la gestión de la alianza Cambiemos, los funcionarios de gobierno denostaron en sus declaraciones al sistema de educación pública”.
“Eso hicieron tanto la ex gobernadora María Eugenia Vidal hasta el mismísimo ex presidente Mauricio Macri. Para ilustrarlo, basta recordar aquella desafortunada apreciación de Macri acerca de la escuela pública como el lugar en que muchos tienen la desgracia de ‘caer’, o su consideración de que la universidad pública es un ‘privilegio’, en vez de un derecho”, subrayó Ricci.
Para el gremialista docente, “acaso la situación más resonante, por sus alcances e implicancias, haya sido la anulación de la paritaria nacional docente y su derivación en el largo conflicto por los salarios que los maestros y profesores de educación media se vieron obligados a mantener con la ex gobernadora Vidal”.
“Durante estos años el atraso salarial más la erosión inflacionaria y los tarifazos en los servicios se mezclan en un cóctel imposible de digerir para el sistema universitario. Así las cosas, fue el esfuerzo de toda la comunidad universitaria que se manifestó, luchó y se mantuvo alerta ante incumplimientos presupuestarios, la paralización de las obras de infraestructura, y ante las dilaciones en los aumentos salariales”, evaluó Ricci.
Con respecto la administración nacional entrante, señaló: “Estamos seguros de que el nuevo gobierno de Alberto Fernández, que es graduado de la universidad pública, docente de la Facultad de Derecho de la UBA y afiliado a Aduba, gremio de base de la FEDUN, a diferencia de Macri, está orgulloso de la universidad pública y pondrá otra vez a la Argentina en el camino del desarrollo, soberanía y la justicia social”.
Salarios y otras cuestiones
Para María Teresa Bosio, secretaria adjunta del Gremio de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (ADIUC), las universidades asistieron desde la llegada de Cambiemos “a un deterioro salarial y presupuestario, que comprometió la posibilidad de garantizar el derecho a la educación superior pública, gratuita y de calidad”.
“En cuatro años, el salario real de los docentes universitarios cayó un 27,8 por ciento. Y expresado en dólares cayó un 58,6 por ciento”, precisó Bosio.
Recordó que el año pasado, “ante una paritaria insuficiente del 15 por ciento y en cuotas distanciadas, empezamos a parar, realizar marchas y abrazos, hasta la movilización de más de cien mil personas que realizamos en agosto de este año, a la que se sumó la comunidad en general”.
Con respecto al nuevo gobierno, la gremialista señaló que el mundo universitario “está esperanzado”, porque el presidente Fernández “tuvo un mensaje muy fuerte y positivo hacia las universidades, para que todas estén articuladas a un modelo de país que sea realmente sustentable”.