No hubo acuerdo ayer entre los futbolistas y los dirigentes, a pesar de la intervención del Ministerio de Trabajo en el conflicto que postergó el inicio de la segunda parte de los torneos de la Primera División, la Primera B Nacional y el resto de las categorías del fútbol del Ascenso. Ni la plata del Estado que finalmente se acreditó en la cuentas de la AFA, pero recién el lunes estará en las arcas de los clubes, ni la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral lograron destrabar la situación. Fracasados todos los intentos del día, la dirigencia se reunió de urgencia en la AFA para analizar los pasos a seguir. Javier Medín, de la Comisión Normalizadora, anunció que la fecha se jugaba a como diera lugar; Claudio “Chiqui” Tapia, a un costado, abonó la misma idea. Sin embargo, dentro de la sede de la calle Viamonte se impuso la otra postura. El portavoz fue el presidente de Lanús, Nicolás Russo, quien pasadas las 22 anunció que “no habrá fútbol este fin de semana” y que este recién retornará “la semana que viene” cuando los clubes cobren la plata de la televisión y comience a pagar las deudas que tienen con los futbolistas.
“El lunes la AFA le deposita la plata a los clubes y la semana que viene el fútbol se juega. Se tomó la decisión más lógica. Era imposible jugar mañana (por hoy)”, comentó Russo para poner fin a la incertidumbre que reinó en la jornada y las versiones oficiales que indicaban que la fecha se iba a disputar a pesar del paro de futbolistas, con la presentación por parte de los clubes de equipos compuestos por juveniles. Una idea rechazada a lo largo de la jornada tanto por los futbolistas profesionales como por los entrenadores de diferentes equipos de Primera División.
“Lo triste es que no nos pusimos de acuerdo y el fútbol no empezó”, comentó por su parte un alicaído Armando Pérez, titular de la Comisión Normalizadora, que a través de su vicepresidente Medín, molesto por el resultado negativo de la intensa reunión que las partes llevaron adelante en la cartera laboral, había anunciado –acompañado por Chiqui Tapia– apenas una hora antes todo lo contrario. “La gente está harta de que no haya fútbol. Presentamos un plan y nos dicen que no. La AFA acata la decisión y hará que se juegue. La fecha se juega y vamos a organizar la fecha. Se acabó”, exclamaba Medín en la puerta de la AFA.
Durante unas largas siete horas, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi; los miembros de la Comisión Normalizadora Medín y Pablo Toviggino; y Claudio Tapia, presidente de Barracas Central y principal postulante a la presidencia de la AFA, no encontraron la solución que los dirigentes y el Gobierno anhelaban para este fin de semana. En el medio, la AFA anunció la suspensión de los partidos que ayer debían dar inicio al retorno del fútbol.
La postura de Medín y Tapia, de jugar este fin de semana, no era la de todos los dirigentes y anoche perdió fuerza frente al sentido común. El presidente de Defensa y Justicia, José Lemme, había defendido la idea de suspender la fecha. “Nosotros no vamos a jugar con juveniles, bajo ningún punto de vista. Esperamos que se pueda llegar a una solución. En estas condiciones no podemos jugar este fin de semana. Todo es demasiado desprolijo. Reprogramar sería lo más lógico”, manifestó.
Marchi, por su parte, mantuvo la misma postura del jueves, cuando ratificó la medida de fuerza. “Estamos pidiendo que paguen los salarios adeudados. No han hecho ninguna propuesta de pago por parte de los clubes deudores.
No se trata de una situación política. Es un reclamo legítimo. Lo único que queremos es que se cancelen las deudas de salarios. Esta es una situación humanitaria. Querer jugar con juveniles es una cobardía. Tengo que agradecer a los muchos entrenadores que nos han comentado que no van a dirigir a los juveniles”, señaló el dirigente gremial, y agregó: “No sabemos si la semana que viene va a haber o no fútbol. Lo único que hubo fueron presiones para que los futbolistas jueguen a costa de cualquier cosa. En lugar de apretar a los jugadores como los han apretado, deberían ver cómo van a hacer para pagar las deudas”.
Otro que salió a jugar ayer fue el presidente de Boca, Daniel Angelici, quien tampoco ocultó su indignación por la medida de fuerza de los jugadores, que así le sumaron un nuevo frente de batalla a una AFA que desde la muerte de Julio Grondona atraviesa tiempos tormentosos. “Si esta fecha no se juega, vamos a retirar la oferta del fondo solidario que hicimos a los clubes que más lo necesitan”, manifestó el dirigente xeneize, y soltó una frase sugestiva: “El fútbol argentino va a entrar en un cambio. No sólo en AFA, sino en el torneo y también en el gremio”, sentenció.
Mientras por la tarde corrían los rumores de que la dirigencia evaluaba la posibilidad de disputar los partidos programados con juveniles, varios entrenadores de equipos de Primera División avisaron por diferentes medios que no estaban dispuestos a dirigir a los chicos. El primero en marcar la cancha fue el DT de Newell’s, Diego Osella: “Entiendo el reclamos de los futbolistas, nosotros padecemos lo mismo. Si juegan los juveniles yo no voy a dirigirlos”. Posturas similares mostraron Pipo Gorosito (San Martín de San Juan), Pedro Troglio (Gimnasia), Julio César Falcioni (Banfield), Leonardo Madelón (Belgrano) y hasta Humberto Grondona (h), entrenador de Arsenal, quien se anticipó a cualquier tipo de decisión de la dirigencia y “ante la incertidumbre y la confusión” decidió licenciar a los futbolistas de su equipo hasta el próximo lunes.
La carta que se quería jugar desde la conducción de la AFA era eximir “por fuerza mayor” a los clubes de la aplicación del articulo 205 de su reglamento, que los obliga a incluir al menos ocho profesionales en la planilla para cualquier partido del campeonato. Esa era la carta que pensaban tirar sobre la mesa la Comisión Normalizadora y Tapia, ahora en curiosa sintonía. La debieron guardar. Lo que no significa que, en el caso de que la semana que viene no se consiga un acuerdo entre las partes, no la vuelvan a mostrar.