El presidente Alberto Fernández se reunió esta mañana con las autoridades la Conferencia Episcopal Argentina, quienes le expresaron su preocupación por “el tema del hambre” y aseguraron compromiso de “trabajar para sanar las divisiones”, dos ejes de la política que el Frente de Todos puso en marcha a una semana de haber asumido.
El encuentro con los obispos católicos encabezados por el cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, tuvo lugar en Casa de Gobierno y fue en el marco del tradicional saludo previo a las fiestas de fin de año.
Durante la charla, los religiosos le expresaron a jefe de Estado sus “mejores deseos” y se refirieron a la “situación de emergencia” que atraviesa el país. “Estamos al lado de los más débiles y vulnerables, el tema del hambre nos preocupa muchísimo”, expresaron y manifestaron su "preocupación" por el consumo de drogas.
El Presidente les dijo que “somos aliados para trabajar juntos” en esas cuestiones. “Nadie mejor que ustedes conoce el problema del hambre y las drogas”, dijo y respecto del último ítem adelantó que su gobierno está “analizando una reforma judicial para ir a fondo contra el narcotráfico”.
De la misma manera, reconoció que nunca estuvo tan “identificado” con la Iglesia como durante el pontificado del papa Francisco, tras lo cual los obispos le destacaron su trabajo “para sanar las divisiones sabiendo la situación de emergencia que vive el país”.
Además de Poli estuvieron el arzobispo de Mendoza y vicepresidente segundo del episcopado, Marcelo Daniel Colombo; y el secretario general del organismo y obispo de Chascomús, Carlos Humberto Malfa.
En tanto, el Presidente fue acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto, Felipe Solá, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.