La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio este miércoles luz verde a un juicio político contra el presidente Donald Trump. Al menos 216 legisladores votaron a favor de aprobar el cargo de abuso de poder contra el líder republicano por presiones a Ucrania, con lo que alcanzaron la mayoría simple para seguir adelante con el impeachment. Al rato llegó la votación a favor de imputar al magnate con otro cargo: obstrucción al trabajo del Congreso.
En un histórico debate, los demócratas acusaron a Trump de haber abusado de su poder con fines políticos y personales al congelar una ayuda militar a Ucrania. De esa forma buscaba forzar al país europeo a abrir una investigación contra Joe Biden, potencial rival en la elección presidencial de 2020.
Así, el presidente será sometido a un juicio político en el Senado y se convierte en el tercer gobernante estadounidense que enfrentará un impeachment. Mientras tanto, Trump elige victimizarse y culpar al partido demócrata de estar detrás de un "golpe de Estado".
La líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, dijo al inaugurar el debate sobre los cargos contra Trump que los demócratas no tenían "otra opción" que lanzar el proceso contra el mandatario. "Es trágico que las acciones imprudentes hicieran que el juicio político fuera necesario. Él no nos dejó otra opción", dijo Pelosi.
"Es un hecho que el presidente es una amenaza continuada a la seguridad nacional y a la integridad de nuestras elecciones, la base de nuestra democracia", remarcó más adelante.
Minutos más tarde, la réplica la ofreció Doug Collins, el republicano de mayor rango en el Comité Judicial de la Cámara Baja, quien criticó la celeridad y la manipulación política del proceso por parte de los demócratas. "Eso no es una ocasión solemne. Han estado queriendo hacerlo desde las elecciones de 2016. Los ciudadanos estadounidenses entienden el debido proceso y saben cuándo está siendo pisoteado en la casa del pueblo", sostuvo Collins.
En la misma línea, el legislador republicano Tom Cole dijo que este es un "día triste", descalificó el proceso como "partidista" y acusó a los demócratas de llevar a cabo un procedimiento apresurado.
Los republicanos presentaron, a través del líder de la minoría conservadora, Kevin McCarthy y poco después del inicio de la sesión, una moción para aplazar el voto bajo la acusación de abuso de poder. El pedido fue rápidamente rechazado por la banca demócrata.
Desde la otra vereda, la representante demócrata de Florida, Donna Shalala, dijo que llegó a la audiencia "con profunda tristeza, pero los hechos citados son peligrosos e indiscutibles". Por su parte, el presidente del Comité de Reglas de la Cámara, el también demócrata Jim McGovern, calificó la votación de hoy como "un momento que definirá la democracia".
Jerry Nadler, presidente del Comité de Justicia que redactó los históricos cargos del impeachment, destacó que "los presidentes han ocultado información al público por muchas razones, pero Trump es el único que ha desafiado de forma total y radical la petición de documentos del Congreso y ha obligado a otros a no testificar ni entregar información".
Uno de las presentaciones más directas fue la de Ted Lieu, demócrata de California. En pocos minutos remarcó que "el presidente tiene derecho a hacer todo lo que ha hecho con lo que no estamos de acuerdo, pero no tiene derecho a utilizar el poder en su beneficio. Y algo importante que está en el fondo de todo: los libros de Historia recogerán este impeachment para siempre y la gente sabrá por qué lo hicimos".
Por la mañana, el presidente Donald Trump insistió en Twitter en que no hizo "nada malo", al día siguiente de dirigirle una dura carta a Nancy Pelosi. Allí remarcó que "la historia la juzgará duramente" por el proceso. "Esto no es nada más que un intento de golpe de Estado ilegal y partidista", expresó más adelante.
Trump pasó el día en la Casa Blanca y por la tarde, coincidiendo con la hora de la votación, se desplazó a Michigan para un mitin con sus simpatizantes. Sin embargo, antes de iniciar el acto, tuvo tiempo para volver a referirse a la bancada demócrata, esta vez con mayor vehemencia. "Semejantes mentiras atroces de la izquierda radical. Esto es un asalto a América y un asalto al Partido Republicano!!!!", exclamó.
Luego de que la Cámara Baja finalmente aprobó la segunda de las dos acusaciones (a las 23 de Argentina), el Senado tomará las riendas del juicio político, probablemente en enero. Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara Alta hace de la destitución del mandatario un resultado altamente improbable.
En esa instancia ya han sido juzgados dos presidentes: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998, ambos exonerados. El republicano Richard Nixon, involucrado en el escándalo Watergate, prefirió renunciar en 1974 antes de someterse al escarnio público.