“Por ese señor estamos sentados acá”. El destinatario estaba en la sala de audiencias y por momentos deambulando en los pasillos de Comodoro Py, entre la planta baja y el subsuelo. Se trata de Leonardo Fariña, a quien apuntó Lázaro Báez, el dueño de Austral Construcciones durante la ampliación de la indagatoria en la última audiencia del año, como el principal ejecutor de lo que consideró una causa armada en su contra. “Fue guionado para armar este circo mediático. Leyó una hoja con todos los conceptos y el juez Casanello lo dejó consignado. El 1 de agosto presentó un escrito referido a la obra pública luego de juntarse con el ministro Garavano. En esa reunión se acordaron los términos de su futura declaración”, volvió a denunciar Báez, ante los jueces del Tribunal Oral Federal 4. La mención del empresario fue en clara referencia a lo ventilado en la investigación por maniobras de espionaje ilegal que cursa en Dolores, donde una ex abogada del financista mediático declaró bajo juramento que fue contratada para entrenarlo en materia de obra pública. Luego del coacheo, Fariña involucró a Cristina Kirchner en maniobras de corrupción y consiguió convertirse en arrepentido. “Es claro y evidente los beneficios que obtuvo luego de sus declaraciones. Por ese señor estamos sentados acá”, exclamó Báez.

En la última audiencia antes de la feria judicial y de cara a los alegatos que comenzarán en febrero del año que viene, el empresario se quebró y negó que Fariña haya trabajado para Austral Construcciones. “Nos demonizaron. ¿Cuál es la ruta del dinero? ¿Cuáles son las obras que tuvieron sobreprecios? No hay nada. Hay barbaridades. ¿Este Tribunal está dispuesto a revisar lo que se hizo en la instrucción?”, dijo.

La defensa de Báez tiene toda la expectativa puesta en una audiencia que tendrá lugar este viernes, ante la Sala II de la Cámara Federal. Es en ese marco que podrá argumentar los motivos por los que insiste en conseguir la libertad del empresario patagónico antes del receso de verano. Báez sigue preso sin condena a pesar de que el TOF 4 ordenó el cese de la preventiva. Fue tras un fallo de la Cámara de Casación Penal que le ordenó al Tribunal rever la detención que ya excedió largamente los dos años estipulados por ley. Sin embargo la prisión preventiva de Báez rige todavía en otras dos causas. En una de ellas el fiscal Guillermo Marijuán y el juez Sebastián Casanello decidieron no liberarlo con el argumento de un posible entorpecimiento. El otro expediente es el que investiga la compra de un campo en Uruguay. Los abogados de Báez consideran que ya no hay más margen para que su defendido pase otra vez las fiestas dentro del penal.