“Ya que nuestro espacio tuvo la suerte de unir distintos cabos en el mundo, queremos ser un puente para crear espacios para otros”: en palabras de Claudio Tolcachir, ése es el espíritu que atraviesa el “Festival Temporada Alta”, que Timbre 4 ofrece desde hace ocho años, ya un clásico del verano porteño. El equipo que lo organiza presentó la programación este miércoles en el bar de la sala de la calle México: 11 obras de siete países, con la participación de más de 40 artistas internacionales. Ya se lanzó la venta de entradas con descuento hasta el 31 de diciembre. El encuentro se realizará entre el 5 y el 16 de febrero.
Una de las características de la octava edición es la marcada presencia de temáticas sociales: migración, racismo, identidad, enfermedades mentales, por ejemplo. En diálogo con Página/12, el director de la compañía dice que, en estos tiempos, el teatro “volvió a ser asamblea”. “Es un escenario internacional al cual uno tiene que responder”, completó Mónica Acevedo, coordinadora general. Kassandra, con dramaturgia de Sergio Blanco y dirección de Sergi Bergel, fue presentado como uno de los platos fuertes. Lo protagoniza Elisabet Casanovas (Tania en Merlí) y toma la mítica figura de Cassandra para adentrarse en el terreno de las violencias silenciadas. Racismo, identidad y redes sociales son los ejes de A.K.A. (Also Known As), definido como “último fenómeno surgido en el off de Barcelona”, con dirección de Montse Rodríguez Clusella. Desde España también llegarán Hasta agotar existencias (ensayando para que la muerte de mi madre no me pille desprevenida), con dirección de Verónica Navas Ramírez, la “más contemporánea” de las puestas, conferencia performática; y Parias, de Javier Aranda, espectáculo de títeres para adultos sobre la marginación y degradación del ser humano.
Durante la charla, Acevedo destacó la inclusión de dos obras chilenas, debido al estallido social que vive el país. Son Carnaval, recorrido por relatos de niños que han sobrevivido a una realidad violenta, de y dirigida por Trinidad González; y Amanecerá con escombros sobre el suelo, con dirección de Italo Gallardo y Pilar Ronderos, teatro documental con cinco sobrevivientes del terremoto ocurrido en Chile en 2010. Las enfermedades mentales aparecen en primer plano en Hay que tirar las vacas por el barranco (Venezuela, con dirección de Orlando Arocha) y Sólo cosas geniales (Perú, con dirección de Norma Martínez y Lucho Testa). El grupo independiente mexicano Vaca 35 traerá Josefina la gallina puso un huevo en la cocina, su primer unipersonal. Uruguay se hará presente con Terrorismo emocional, de y actuada por Josefina Trías y con dirección de Bruno Contenti. Finir en beauté (Francia), de Mohamed El Khatib, es un documento escénico a modo de diario escrito a partir del día en que murió la madre del dramaturgo y director.
A los espectáculos –todos de origen independiente--, se sumarán conversatorios, workshops y un torneo de dramaturgia. El festival es organizado por Timbre 4 y el histórico Festival Temporada Alta de Girona (“hermano” del de la sala de Boedo, ubicada en México 3554). Las obras viajarán, después, a Montevideo y Lima. Durante la presentación estuvieron presentes Jonathan Zak y Maxime Seugé, directores junto a Narcís Puig, y otros integrantes del grupo.