El médico Jorge Rachid y el licenciado en psicología Mario Burgos estuvieron este miércoles por la mañana en el penal de Alto Comedero, en Jujuy, para elaborar informes sobre la situación de dos detenidas integrantes de la organización social Tupac Amaru. Ya fueron presentados los pedidos de prisión domiciliaria, con mayor urgencia para Adriana Condorí, quien intentó suicidarse por "el trato que está recibiendo en la cárcel".
Rachid y Burgos son integrantes del equipo de salud que coordina Daniel Gollan y atiende a Milagro Sala y a los presos y presas políticas de la Tupac Amaru. Los informes de los profesionales serán presentados ante el Comité Nacional Contra la Tortura, el Comité por la Liberación de Milagro Sala, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La defensora oficial Silvia Checa, representante legal de Condorí, presentó esta semana un pedido de prisión domiciliaria. Rachid explicó que insistirán en esa solicitud porque la joven de 29 años está viviendo una situación dramática “de múltiples autoagresiones y ha tenido intentos de suicidio en varias oportunidades a partir del trato que está recibiendo en la cárcel de Alto Comedero (…) Está detenida hace tres años y medio, de los cuales dos estuvo en una comisaría, con prisión preventiva y sin condena”.
“Adriana estuvo hasta la semana pasada en el ‘chancho’ (una celda de castigo)", detalló Rachid a Salta/12. “Adriana se negó a desvestirse, se cortó, se hizo daño, por eso la sacaron y la llevaron a otro sector con los fines de preservarla porque estaba realmente en una situación límite” y “fue contenida con otras internas, en especial por Gladys Díaz”, la otra integrante de la Tupac Amaru para quien se pide la prisión domiciliaria, contó el médico.
El informe médico pericial de Rachid y Burgos y las condiciones de la prisión preventiva prolongada son dos elementos con los que sostienen el pedido de domiciliaria para Condorí.
Díaz no está en el mismo estado psicológico que Condorí. Sin embargo, permanece detenida en el penal desde el 14 de julio de 2016, “sufrió un intento de agresión (de otra reclusa) con una aguja de tejer hace pocos días, se interpuso Adriana”, relató Rachid.
"Todas estas cosas les suceden a personas que no entienden por qué están presas porque su ideología y concepción de la vida fue la solidaridad. Las chicas presas en el penal y las que están con domiciliaria, todas son albañiles, construían casas, tienen manos callosas. Su delito fue ir a buscar dinero para pagar las quincenas y quedar filmadas en TN. Iban al banco, retiraban el dinero, firmaban las planillas de retiro, subían a un coche y se iban a Tilcara, Abra Pampa, Pumamarca, La Quiaca, a las localidades del interior, a pagar las quincenas de todas las trabajadoras y de los trabajadores de una organización espectacular que era la Tupac", explicó Rachid.
Burgos explicó por su parte que “todos los detenidos políticos de Jujuy son personas que han tenido una militancia social, resolvían los problemas de la gente. Tienen una dificultad mayor en el sentido de que no entienden, si hacían el bien, ¿por qué están detenidos y detenidas? Desde el punto de vista psicológico y afectivo es terrible para la identidad sobre todo cuando la gente ha sido demonizada en su barrio, en su familia y en toda la provincia. Esta es la situación, en algunas compañeras se puede procesar mejor y en otras llega al límite que es el caso de Condorí”.
El psicólogo, que fue preso político en tiempos de la última dictadura cívico millitar, llegó a afirmar que las relaciones dentro del penal de mujeres son peores que las de aquella época oscura. “Estuve en cuatro penales diferentes, puedo comparar bastante la situación”, afirmó.
“Es una cárcel tumbera, de mayor mal trato que hemos visto y en especial por el tipo de persecución que se hace sobre las internas con lo que se llama el 'chancho’, que son instalaciones en una celda individual donde se las encierra a veces hasta por tres meses, desnudas en condición humillante y degradante de la condición humana”, precisó Rachid.
Díaz y Condorí se encuentran en el mismo pabellón con otras presas “por delitos muy violentos”. Esto les genera “una sobrecarga al hecho de estar detenidas y en malas condiciones”, aseguraron ambos profesionales.
Medicaciones impuestas
“Hemos comprobado prácticas que no se deberían producir, medicación impuesta a través de profesionales no adecuados. Para administrar un psicofármaco se necesita un médico. Resuelven las cosas de una manera que no se debería. La que medica es una enfermera por orden del Servicio Penitenciario y en forma inyectable, lo cual además está prohibido”, denunció Burgos. También dijo que han expuesto esta situación ante las autoridades del penal. “Inyectar en este caso Diazepam (sedante y ansiolítico) puede traer gravísimas consecuencias ante un estado de excitación y sin prescripción médica. Así como están procediendo en cualquier momento se puede producir una situación que se les va a escapar de las manos”, advirtió.
Rachid expresó sobre la prisión preventiva prolongada y sin condena que “esto no le pasa a ningún otro argentino, solo en el Jujuy de 'Inmorales' que ha perseguido a estas personas aun cuando el Tribunal de la Auditoría de la Provincia ha dictaminado que los fondos de las Tupac y del conjunto de las cooperativas fueron viabilizados para la construcción y la obra pública a la que estaban destinados”. Además recordó que “la ex presidenta Clara Langhe de Falcone, del Superior Tribunal de Justicia, acaba de declarar que nunca la va a dejar en libertad a Milagro Sala”, aunque eso le costó el cargo a la funcionaria.
A nivel político y nacional, Rachid dijo que piden que se anulen los juicios por la forma en que se instrumentaron. Milagro Sala tiene 11 juicios y una condena de 13 años de prisión, "fuera de todo contexto de justicia”.
Rachid afirmó que en la cárcel de Alto Comedero "algunos oficiales en particular se dan cuenta que tienen que proceder en el régimen penitenciario con personas que no deberían estar ahí, es el caso de nuestras presas y nuestros presos políticos. Se dan cuenta que están sosteniendo una situación que tiene todos los ribetes políticos y ninguno judicial que los ampare".
Los profesionales dijeron que las mujeres están en peores condiciones que los tres detenidos en el penal de varones, Javier Nievas, Iván Altamirano y Cacho Sibila, quienes se encuentran bajo otro régimen "en el que estudian, hacen deportes, es otro mundo, están también con ansias de libertad pero no tienen la dramática pesadilla del día a día", aseguró Rachid.
Citando la obra de García Marquez, el médico sostuvo que "Macondo en la Argentina se llama Jujuy". Enfatizó que los factores mediáticos y políticos hicieron que las personas detenidas reciban una condena social que nunca debieron tener "porque le demostraron al poder político como a la Auditoría que las obras pueden hacerse. Nunca se habían hecho en Jujuy: 7 mil casas, jardines maternales, escuelas primarias, secundarias y terciarias, nunca se habían construido piletas para la dignidad de nuestros chicos. Con los recursos que se iban sacando de las mismas casas, se construyeron piletas gigantescas, se compraron tomógrafos automáticos, se construyó la sede de la Tupac, se dieron cursos. Todo esto se hizo con la comunidad organizada".