Concretar la salida de la Unión Europea (UE) es la prioridad número uno del nuevo gobierno de Boris Johnson. Así lo manifestó la Reina Isabel durante la ceremonia protocolar donde presentó el programa de gobierno del ejecutivo británico. De esta manera la Reina dejó inaugurada la nueva legislatura resultante de últimas elecciones donde Johnson obtuvo una aplastante victoria. Otros de los ejes de su gobierno serán negociar tratados de libre comercio y aumentar la inversión en salud pública y educación. También tendrá que lidiar con un nuevo intento separatista de Escocia.
Sentada en el trono de oro de la Cámara de los Lores junto a su heredero, Carlos, la Reina de 93 años leyó el programa de política general del ejecutivo. Realizar el Brexit en enero y negociar numerosos acuerdos de libre comercio es el primer paso que buscará dar el nuevo gobierno de Boris Johnson. "La prioridad de mi gobierno es lograr que el Reino Unido abandone la Unión Europea el 31 de enero", leyó la reina. Frente a ella estaban los Lores vestidos con sus ceremoniales capa rojas y algunos diputados reunidos para la ocasión. "Acto seguido, mis ministros buscarán una futura relación con la Unión Europea basada en un acuerdo de libre comercio", dijo Isabel. También informó que el primer ministro abrirá negociaciones con otras grandes economías del mundo. Londres quiere negociar tratados comerciales con países como Estados Unidos y Australia.
Brexit, sí o sí
Aplazado tres veces por el estado de bloqueo en que estaba el anterior parlamento, el Brexit, decidido por referéndum en 2016, está previsto a finales de enero. En las últimas elecciones el Partido Conservador obtuvo 365 diputados. Eso le garantizó la mayoría necesaria para llevar adelante el Brexit. Este viernes el primer ministro presentará el proyecto de ley que debe traducir a la legislación británica los términos de la separación con la UE. Se llevará a cabo una primera votación, pero su aplicación definitiva quedará para enero. "Mañana es el día en que finalmente quitamos el envoltorio de plástico (...) y presentamos nuestro acuerdo listo para calentar", afirmó Johnson ante los diputados.
Tras la aprobación del Tratado de Retirada comenzará sin embargo una segunda y más compleja fase de negociación: la de la futura relación entre Londres y Bruselas. Para asegurar que no habrá más aplazamientos, Johnson incluyó en la ley la prohibición de ir más allá del plazo inicial del 31 de enero de 2020.
El segundo proyecto de ley del ejecutivo será sobre la financiación del servicio público de salud. La atención sanitaria se encuentra en estado de alerta después de casi una década de políticas de austeridad. Johnson, que afirmó dirigir un "gobierno del pueblo" tras conquistar numerosas circunscripciones tradicionalmente obreras, prometió aumentar en hasta 33.900 millones de libras (44.350 millones de dólares) en 2023-2024 el monto destinado a esta dependencia.
Tal como había anunciado en la campaña, el primer ministro dijo que endurecerá el sistema migratorio y judicial. "Para garantizar que los criminales más violentos, incluidos los terroristas, permanezcan más tiempo en prisión", informó a la asamblea. También dijo que buscará reducir las emisiones de carbono de Reino Unido, para alcanzar la denominada “huella cero” en 2050.
La independencia de Escocia
La promesa de una rápida salida de la UE le dio a Johnson su aplastante victoria electoral, pero también agravó las fisuras en la unidad del país. La jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, llamó al gobierno británico a negociar y acordar la convocatoria de un nuevo referéndum independentista. "Hoy pedimos al gobierno del Reino Unido que negocie y acuerde el traspaso de poder que garantice al Parlamento escocés el derecho de legislar sobre un referéndum de independencia", dijo Sturgeon.
En 2014, el gobierno del también conservador David Cameron ya había otorgado este derecho a Escocia. Entonces, la permanencia en el Reino Unido ganó por 55 ciento de votos. Ahora, el Partido Nacionalista Escocés (PNE), del que forma parte Sturgeon, retomó el pedido luego de obtener un amplio triunfo en las en las legislativas británicas de la semana pasada. Lograron 48 de las 59 bancas escocesas y 45 por ciento de los votos. "Consideraré todas las opciones razonables para garantizar el derecho de Escocia a la autodeterminación", dijo Sturgeon.
Consciente de la oposición de Johnson, la líder nacionalista dio a entender que podría forzar acciones judiciales si no se permite convocar al referéndum. Según la líder del PNE intentar bloquear el deseo democrático de los escoceses solo resultará en un mayor apoyo a la causa independentista.