“Nací en Villa Tesei pero a los seis meses mi familia se mudó a Mar del Tuyú y conocí el folclore y la vida rural por la cercanía con Madariaga, de donde eran unos tíos. Luego estuve dos años en Uruguay, donde automáticamente me llegó el candombe y la música uruguaya, y otros dos en Trelew, donde el frío de la Patagonia obliga a una rigidez que me ayudó a entender algo fundamental pero a veces ignorado: los lugares definen a las personas.” Antes de girar por todo el país con su banda Nagual, Ciriaco Viera tuvo un tour biológico que fue tan o más influyente que aquellos primeros discos de La Renga, Los Piojos, Pappo o Almafuerte que lo empezaron a definir como músico.
La biblioteca de vida es la Alejandría que el espíritu va cimentando en base a recuerdos y refuerzos para conservarla y protegerla de cualquier incendio. Incluso de los incendios cotidianos, ásperos y culturales, como los que Nagual (al igual que tantas bandas, tantos artistas, tantes argentines) sufren habitualmente y –acaso como pocas otras veces en nuestra historia– durante un 2019 corrosivo que la banda buscará cerrar de la mejor manera este sábado en Sur en Vivo de Pompeya (Av. Sáenz 459).
“A fin de año siempre te planteás todo lo que hiciste a nivel personal y laboral, pero para nosotros fue tan difícil que incluso esperábamos que se terminara de una vez. Más allá de que nuestro público nos sigue y nos banca, se nos complicó por nuestra forma de hacer las cosas y porque a nivel cultural fue todo un desastre: cerraron radios, lugares, espacios. Que se cierre este ciclo es un alivio”, sostiene el cantante y guitarrista.
Después del show en Pompeya y antes de encarar un rote por el noroeste argentino (el 17 de enero en Tilcara, el 18 en Amaicha del Valle y el 19 en Tafí), Nagual se internará en el estudio Del Abasto al Pasto de General Rodríguez para seguir grabando lo que, en algún momento, terminará siendo el sucesor de Ciudad de fuego, el disco que el grupo publicó en un ya lejano 2016. “Vamos a grabar una tanda de cuatro temas, aplicando una metodología que ya venimos usando desde Guerrero, el tercero de nuestros seis discos“, dice Ciriaco.
En ese momento lo hacíamos así por una cuestión económica: no nos alcanzaba la guita para grabar todas las canciones de un tirón. Pero después también se volvió un hábito general de circulación que hasta incluso aplican bandas como La Renga que, al igual que nosotros, son de esa vieja escuela, la escuela del ‘larga duración’. De todas maneras siempre nos proponemos como objetivo llegar al disco físico, a su arte y a todo lo que contiene ese laburo colectivo por encima de la individualidad de cada tema.”
Ciriaco tiene 40 años y se curtió en una época donde el rock era una lanza de fuego que atravesaba los corazones de la pibada desangelada y marcaba un camino: ese mismo que nos sugerían esos ídolos colgados en los postes de nuestras habitaciones. Los tiempos pasan, los consumos se actualizan, los accesos adoptan otras formas y Viera, lejos de ser un viejo melanco, comprende los cambios de época no sólo como artista, sino también como papá. “Tengo una hija de once años que naturalmente escucha mucho de hip hop y rap, que es lo que de a poco empieza a representar a estas nuevas generaciones“, explica.
“Es cierto que hoy pueden elegir otras cosas porque tienen más acceso a la info, a diferencia nuestra que consumíamos solo lo que sonaba en la radio o escuchaban nuestros viejos. A pesar de todo, sigo reivindicando al rock porque, más allá de la música, a nosotros nos interpelaba un mensaje. Entonces un disco o una canción eran como leer un libro: algo que va a quedar para siempre. Ojalá las nuevas generaciones puedan aprovechar ese acceso a la data para poder encontrar también los mensajes que los atraviesen y les quede como algo verdadero.”
* Nagual tocará este sábado 21 de diciembre a las 21 en Sur En Vivo, Av. Sáenz 459.