A lo largo de toda la jornada, mientras la Cámara de Diputados sesionaba, ocurrieron tres movilizaciones distintas, y en distintos momentos, frente al Palacio Legislativo. Primero la Corriente Clasista y Combativa (CCC) llegó a la Avenida Entre Ríos para acompañar con bombos y banderas al diputado Juan Carlos Alderete, que juró a las 14 como diputado, en lugar de Eduardo "Wado" De Pedro que asumió como ministro de Interior . Luego de esto, los movimientos de la izquierda trotskista se acomodaron delante de un escenario y escucharon a sus dirigentes.

Uno de los momentos más coloridos de la jornada fue después de las 18, cuando se cruzaron los movimientos de izquierda y los manifestantes macristas, que gritaban "Sí, se puede" y pedían la baja de las retenciones agropecuarias. "Nosotros no tenemos nada que ver con ellos", explicaban algunos dirigentes del PO mientras otros les cantaban: "Vinieron todos, qué pocos son". La columna del MST desconcentró para el lado de la Avenida Callao --de dónde venían los macristas--, pero en ningún momento hubo agresiones entre ambos sectores.

El día de la CCC comenzó a las 12, con una movilización desde 9 de Julio y Avenida de Mayo, que desde la organización aseguran que fueron alrededor de 1500 personas. Los manifestantes lo esperaron en las afueras del Congreso para festejar que por primera vez algún dirigente de la organización asumía un cargo en el Legislativo.

Terminada la marcha de la CCC, desde las 16, las columnas del Polo Obrero, del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y del Partido Obrero (PO), principalmente, llegaron a las afueras del Congreso y se manifestaron con consignas contra el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), la eliminación de la movilidad jubilatoria y la baja de las retenciones a las mineras. Cerca de las 18, la diputada Romina del Plá bajó del recinto y se subió a un escenario que habían armado desde temprano los organizadores. La legisladora dijo: “El mega proyecto confisca a los jubilados, además de instalar una serie de medidas que benefician a los acreedores de la deuda y tenedores de bonos".

Además, remarcó que la Izquierda está a favor del 82 por ciento vital y móvil, y que defienden "la reincorporación de los trabajadores despedidos en los últimos años, la reapertura de las fábricas cerradas y la prohibición efectiva de despidos, rechazamos el pacto social y la parálisis de los sindicatos frente estas medidas". Entre los presentes estuvieron los dirigentes Gabriel Solano y Néstor Pitrola.

Con carteles que pedían el encarcelamiento del ex presidente exiliado de Bolivia Evo Morales, llegaron "los defensores de la república", que gritaban "Sí, se puede", y golpeaban algunas cacerolas. Esta movilización fue la que menos convocatoria tuvo a lo largo de toda la jornada: cerca de 150 personas. Lo más llamativo fue cuando algunos de estos manifestantes que se animaron a comer algunos choripanes que vendían en la marcha de los grupos de izquierda.

Informe: Antonio Riccobene