La cadena de cuestionamientos a la prisión arbitraria de Milagro Sala suma cada día nuevos eslabones insospechables de "kirchnerismo" y aumenta el peso para el presidente Mauricio Macri quien es interrogado sobre el tema cada vez que se enfrenta a un micrófono fuera del país. Ahora, el gobierno estadounidense se sumó a las Naciones Unidas en el reclamo por la detención de Milagro Sala. El Departamento de Estado presentó su informe anual de derechos humanos, y en el apartado “arrestos o detenciones arbitrarias” figura el caso de la dirigente jujeña, encarcelada desde enero de 2016. Sala pidió perdón por su "arrebato" con las tijeras y dijo que "hay gente que la quiere ver muerta".
El informe se refiere a Sala en estos términos: "El 21 de octubre, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias pidió la liberación de la activista social de la Tupac Amaru Milagro Sala, opinando que su prisión preventiva era arbitraria. El 16 de enero, las autoridades arrestaron a Sala mientras dirigía una protesta contra la reforma del gasto social del gobierno provincial de Jujuy. Las autoridades inicialmente imputaron a Sala por sedición; sin embargo, el fiscal de la provincia de Jujuy descartó luego el cargo de sedición e interpuso nuevos cargos de agresión, fraude y malversación de fondos públicos. Organizaciones no gubernamentales internacionales criticaron la detención y el rechazo del gobierno provincial a la opinión del Grupo de Trabajo de la ONU. El 28 de diciembre, un tribunal federal condenó a Sala por ‘daños materiales agravados’”
El documento es elaborado todos los años en base a las informaciones que suministran las embajadas norteamericanas en cada país. El informe sobre la Argentina ocupa 26 páginas.
Sala habló esta mañana y no quiso ahondar en el informe “porque puede haber represalias”. Aclaró el episodio de la agresión con tijeras. La dirigente de la Tupac Amaru afirmó que “yo me puntié el estómago por indignación, me inventan causas. Desde que estoy acá me arman una causa por mes”. Contó que “primero agarré un cuchillo, me lo quitaron y tomé las tijeras. No me pude hacer mucho daño porque justo me las quitaron”.
Negó, en su diálogo con Radio Rebelde, que el episodio hubiera ocurrido por una agresión de otra reclusa, aunque puntualizó: “Acá adentro le pagaron 500 mil pesos a una mujer para que me hostigue todo el tiempo, su abogado es funcionario del gobernador Morales, que me quiere muerta”.
Aseguró que “me tienen miedo porque acá no hay oposición desde que asumió Morales, que no rinde cuentas por 600 millones de pesos que hizo desaparecer. No le rinde sus cuentas a la Nación”.
Fue categórica al decir: “Hay gente que me quiere muerta, afuera o adentro. Yo la tengo muy clara y aplico la teoría del samurai. En Japón se mataban ellos antes que el enemigo, por eso lo de las tijeras. Le pido perdón a los argentinos por mi arrebato"
“Hay que trabajar para que no haya más presos políticos, no soy yo sola acá adentro, hay otros siete compañeros. Ahora estoy escribiendo un libro, me la paso en mi celda, es mentira que quiero liderar el pabellón. Estoy presa por el capricho de un señor que tiene un odio visceral a las organizaciones sociales y destruyó nuestras pieltas y centros de salud con 150 ex militares. Ni siquiera permiten armar algo en el penal el 8 de marzo por el Día de la Mujer”.