Los artistas autoconvocados de Salta se manifestaron en las puertas de la Casa de la Cultura de la provincia. Allí expresaron el descontento ante lo que consideran una degradación de Ministerio a Secretaría de Cultura en la gestión entrante de Gustavo Sáenz. Pidieron que se retrotraiga la decisión y buscan elaborar una ley de Culturas que contemple un Consejo Asesor que los integre como principales actores de decisión.

Con la aprobación de Ley de Ministerios a principios de diciembre, Cultura pasó a depender del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Esta ley regula la estructura del Ejecutivo Provincial de Saénz y, además, tuvo un veloz tratamiento en la Legislatura.

El titular de Educación, Matías Cánepa, tomó juramento a Sabrina Sansone como secretaria de Cultura. Ante ello, se ratificó la eliminación del Ministerio de Cultura, Turismo y Deportes creado en el gobierno de Juan Manuel Urtubey. Ahora el área de cultura depende del Ministerio de Educación. 

La poeta y escritora Fernanda Agüero manifestó que están “altamente preocupados por los cambios negativos” que se vislumbran. Contó que ante la degradación a Secretaría, en segundo término en el nombre de la cartera de Educación, “se le quita jerarquía” que antes tenía. Los artistas realizaron un corte de calle y una sentada en las puertas de la institución gubernamental.

Además, expresó que en la ley de Ministerios de Sáenz, más precisamente en el artículo 13, la mención a la nueva secretaría es “somera y banal”. “Dicen que (habrá presupuesto para) algunas políticas culturales que se pudieran hacer. Eso es altamente preocupante para nosotros como gestores culturales que trabajamos toda la vida en este medio”, manifestó.

Agregó que ven “cómo se va degradando a la cultura en años y ahora mucho peor. Veníamos más o menos, pero ahora tenemos mucho temor de que no se haga nada, de que no se proyecte y que haya inexperiencia del otro lado”.

Por su parte, el fotógrafo Isidoro Zang dijo que “costó muchos años tener algo referido a la cultura”. Recordó que antes fue dirección, secretaría y se convirtió por fin en ministerio. Ante ello, exigió que cultura vuelva a tener categoría de ministerio con partida presupuestaria "y que se sepa cómo se reparte la partida porque ahora al tener tres ministerios en uno, no sabemos cuánto va a corresponder”, afirmó.

Zang consideró que la Casa de la Cultura tiene que “funcionar como en otras épocas”. “Con pocas oficinas y con mucha gente que entre en la Casa, que fue un espacio de todos. Queremos políticas culturales claras”.

Agüero añadió que pedirán una audiencia con las autoridades del área, “para expresarnos como ciudadanos” porque “somos los que colaboramos, fomentamos y levantamos la cultura de una ciudad, que no es menor”.

En relación a la nueva Secretaría de Cultura, la escritora manifestó que espera que “Sansone se dé cuenta del espacio donde va a trabajar. Es un espacio de ida y vuelta y no unilateral”, concluyó. En tanto, Sansone, en diálogo con FM Capital dijo que “ella es la primera defensora de ese lugar (Casa de la Cultura) y de la cultura en Salta”.

El turismo en el centro

La gestora cultural y poeta Verónica Ardanaz aseveró que la degradación institucional “vienen de larga data”. Por ello, reiteró el pedido de recuperación del ministerio para incorporar “la diversidad cultural de la provincia que está ausente de las políticas públicas desde siempre”.

Manifestó que “declarar intangible” el espacio de la Casa de la Cultura, significaría reconocerla como “el espacio patrimonial desde siempre y de todos los trabajadores de la cultura”, por lo que “tiene que permanecer para la cultura”.

Sostuvo que el turismo “que se mueve por las industrias del mercado del turismo, arrastra y se apropia de los sectores de cultura”. Y pidió, en nombre de los manifestantes, que “la cultura sea defendida de toda esta maquinaria que es el turismo comercial que lamentablemente avasalla nuestra diversidad y la dignidad del trabajador de la cultura”.

Buscar una ley de Culturas

Ardanaz dijo que se busca “avanzar en una ley de culturas” que garantizaría “un presupuesto digno”. La Unesco recomienda el 1% de las partidas presupuestarias destinadas a la cultura. “Argentina firma ese tratado y que hasta ahora está incumplido”, aseveró la gestora.

A través de la ley proponen la creación de un Consejo Asesor que tendría la representación de todos los trabajadores y organizaciones de la cultura junto a los pueblos originarios. Ellos dictaminarían las políticas culturales.

La poeta Raquel Escudero dijo que para que el Consejo exista se debe considerar a la cultura como política de Estado. “Cuando partimos de ahí, estamos hablando que todas las áreas (de la institución) deberían ser representadas por trabajadores de la cultura. Ese Consejo es para hacer accesible esta política de Estado al común de la gente”, explicó.

Para Ardanaz, es importante que la política cultural “no sea a discreción de cualquier funcionario político que no sabe nada y que colocan acá a hacer algo muy serio”. Destacó que hablar de cultura es velar por el “desarrollo de la dignidad y la identidad de todas las personas, que es un derecho humano fundamental”.

La Casa para otros fines

Desde el jueves por la tarde empezó a circular el rumor de que las oficinas de la Casa de la Cultura iban a ser ocupadas por el área de Turismo de la provincia. Esto generó el repudio que movilizó a los artistas.

La integrante de la Comunidad de Artistas de Salta (CASa), Maria Laura Buccianti, dijo que esto a los artistas “los toca fuertemente”. “Lo van a hacer en dos minutos y no nos vamos a dar a cuenta. Ya pasó con el Museo de Arte Contemporáneo (MAC)”, advirtió.

Dentro del MAC se aprobó el uso de una de sus plantas para el funcionamiento de un café y se supo que se habilitó el patio para fines comerciales. Buccianti declaró “estar cansados de perder espacios” y “que no se responsabilice que a la escena la construimos nosotros, los artistas, quienes producen la poética”.

Ante ello, afirmó que “la poética queda de lado en una ciudad que lo único que quiere es visibilizar la religión y los espacios arquitectónicos vacíos de subjetividad”.