Una madre viajó hasta Salta e hizo la denuncia contra su ex pareja por la sustracción del hijo de ambos, hace 12 años en el Estado Plurinacional de Bolivia. El fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio dispuso la imputación para el acusado y el mantenimiento de la prisión preventiva. El funcionario espera restituir al chico con su mamá porque las pruebas de ADN dieron positivas corroborando el vínculo. 

Evelyn Machaca, de 31 años, buscó a su hijo por 12 años. La mujer encontró a su ex pareja, que usaba el mismo nombre pero otro apellido, a través de Facebook. El padre del chico se lo pidió un día para llevarlo a un evento familiar y no lo regresó más. El hombre tiene 52 años, también es de origen boliviano, se llama Adam Antezana, la fiscalía penal lo imputó este viernes por el delito de sustracción de menores, se abstuvo de declarar. Lo representa la defensoría oficial número 6. “Permanecerá con prisión preventiva”, dijo el fiscal Ramos Ossorio, hasta que se resuelva cómo y dónde será juzgado.

Ramos Ossorio explicó a Salta/12 que los resultados de ADN dieron positivos, confirman de esta manera la identidad del niño, que ya tiene 13 años, y el vínculo genético con la madre. La fiscalía trabaja ahora con la Asesoría de Menores e Incapaces y el equipo de psicólogos y psicólogas para lograr la vinculación porque el chico era un bebé cuando fue sustraído y no tiene recuerdos de la convivencia con su mamá.

El fiscal dijo que el acompañamiento psicológico se está realizando en procesos individuales, con la madre y con el niño “para que el impacto no sea tan fuerte”. Al chico primero el padre le había dicho “que la madre lo había abandonado y luego que había muerto”, señaló Ramos Ossorio. Por eso, esperarán “unos días más” para realizar la primera etapa de vinculación. El equipo de psicólogos y psicólogas ya informó al niño sobre la detención del padre y los motivos, también que su madre está viva.

El hombre podría ser imputado también por supresión de identidad, delito que se cometió en Argentina y que es de competencia federal. “Nosotros estamos esperando que nos remitan los informes del Registro Nacional de las Personas, ya lo oficiamos, tiene que ver con la documentación que presentó para posibilitar la inscripción del chico, porque él tiene documento de identidad argentino”, sostuvo Ramos Ossorio. La justicia debe determinar “si existe un delito conexo”, el fiscal dijo que "es muy probable porque (el chico) tiene un DNI y partida de nacimiento con datos falsos”. El niño figura como nacido en la finca Pulares, del departamento de Chicoana.

La competencia de la justicia provincial, de la argentina o la boliviana, aún debe resolverse. La sustracción se produjo en Bolivia, y allí quedó asentada la primera denuncia de la madre del niño, por eso también desde el Ministerio Público Fiscal harán las consultas en Cancillería para conocer el estado de la causa judicial en el vecino país. En Argentina tanto las sustracción de niños y niñas como la supresión de identidad son delitos vigentes y no prescritos, explicó el fiscal.

Fallas en el sistema 

“Nosotros no logramos interpretar cómo hizo para ingresar al país con el chico y sin los documentos porque los tiene la madre a todos los originales”, indicó el fiscal. La mamá tiene la partida de nacimiento con el nombre de los dos progenitores y el certificado de nacido vivo a nombre de ella. Cuando fue secuestrado por su padre el niño tenía un año y 8 meses, no tenía documento de identidad porque en el país vecino se otorga a los dos años. A partir de la sustracción, la madre consiguió una sentencia judicial en Bolivia para que se reconozca la identidad del niño y la patria potestad para ella.

El padre no solo cruzó de forma irregular la frontera argentina sino que permaneció todos estos años en el país con el niño sin problemas hasta ahora que lo descubrieron. Para el fiscal, “el sistema demuestra que tiene falencias”.

Además, en la partida de nacimiento el hombre “figura como único padre”, omitiendo a la madre, el fiscal señaló que la forma en la que inscribieron al niño es “una irregularidad” que van a investigar. Aunque también mencionó que el delito se cometió en 2007, y que en ese tiempo el padre o la madre podían registrar a los niños o las niñas aun con el otro progenitor ausente, por una resolución interna que autorizaba el registro.

Ramos Ossorio contó que Machaca y Antezana tuvieron al hijo en común en Santa Cruz, Bolivia, pero no convivían, él tenía otra pareja y la joven madre estuvo a cargo del hijo. El padre visitaba al niño uno o dos días por semana. Un fin de semana le pidió permiso para trasladarlo a Cochabamba porque tenían un evento familiar. Lo retiró y no lo devolvió nunca más. La mujer estuvo buscando al hijo desde entonces, radicó ka denuncia e hizo las presentaciones judiciales en Bolivia.

La fiscalía penal ordenó pericias psicológicas y psiquiátricas para el imputado. También una evaluación a los psicólogos y psicólogas “sobre los pasos a seguir para la vinculación con la madre”. La fiscalía restituirá al niño con su madre, lo que esperan se haga “lo más pronto posible porque ella tiene derecho a llevarse a su hijo”. El jueves se extrajeron las muestras de ADN mediante hisopado bucal, las pruebas se hicieron en 24 horas en el laboratorio del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) dando resultados positivos.

La referenta de la Fundación Volviendo a Casa y de RAAT (Red Alto al Tráfico y la Trata de Argentina), Isabel Soria, dijo que La Quiaca, Villazón, Salvador Mazza, Orán y el Chaco salteño son los lugares más peligrosos de la Argentina en cuanto a la desaparición de niñas, niños y adolescentes. "No hay controles por parte de Migraciones de Argentina ni de Bolivia como correspondería", afirmó. Soria dijo además que en Bolivia es fácil que cualquier adulto se presente con un niño o una niña y un abogado o una abogada, diciendo que es el padre o tío y consiga permiso para traerlo a Argentina.