El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, anticipó que en cuestión de días se definirá el monto del aumento al salario básico dispuesto por el Gobierno e incluido en la ley de Solidaridad Social, y ratificó que ese incremento “será remunerativo” y servirá como “piso para futuras negociaciones” paritarias.
Por otra parte, el funcionario puntualizó que la administración de Alberto Fernández “pretende sindicatos fuertes y con gran capacidad de negociación”, descartó “cualquier tipo de reforma laboral que implique una pérdida de derechos” y reconoció que habrán “ajustes de las convenciones colectivas” de trabajo, aunque no en el corto plazo.
Respecto del “aumento al salario básico”, que fue uno de los temas centrales de la reunión del Gobierno con la cúpula de las centrales sindicales
, Moroni afirmó que se tratará de un incremento de carácter “remunerativo” (en blanco) y que “no se trata de un bono”.
La suba, que se resolverá en cuestión de días, será “mínima” porque el objetivo es que con esa ella se “genere un piso (salarial) que será absorbido por negociaciones” futuras. Es decir que lo que hará es “impulsar a los sectores que quedaron con un salario básico muy atrasados a poder trabajar en una paritaria con mayor comodidad”.
“Es un incremento de los salarios básicos que será remunerativo e incorporado al salario, no es un bono”, dijo Moroni durante una entrevista con Toma y Daca, por AM 750. De esta manera, añadió, los sectores “que estén en condiciones de negociar un salario superior, superarán este piso” en un futuro acuerdo.
El ministro indicó, además, que aún no se definió el monto de la suba para cada sector. “Lo tenemos que trabajar”, dijo y aclaró que la prioridad la tendrán los sectores que en las últimas paritarias quedaron muy por debajo de la inflación. “Hay que ver también cómo se incorpora a los básicos de convenios cuando se suma en otros rubros”, comentó.
Por otra parte, el funcionario se refirió a la posibilidad de que esas condiciones salariales se fijen de acuerdo a la realidad de cada provincia. “Sería razonable pensar en el concepto de regionalización en materia de fijación de condiciones, lo cual no quiere decir la atomización de la negociación”, sostuvo.
Al respecto, descartó que esta alternativa tenga alguna intencionalidad de atomizar el poder de negociación sindical. “Lo descartamos totalmente de nuestra parte. Pretendemos sindicatos fuertes con gran capacidad de negociación”, apuntó.
De la misma manera, Moroni negó que el Gobierno esté pensando en una reforma laboral, aunque reconoció que en el largo plazo se discutirá la “modernización” de la normativa en algunos sectores. “Una reforma laboral que implique pérdida de derechos no está en nuestros planes”, dijo y recordó que en algunos convenios colectivos “hay normas desactualizadas, categorías de trabajadores que ya no existen y algunos otros puntos”, que deberán conversarse “pacientemente y sector por sector”.
Respecto del impacto que tendría en la economía esa actualización de los salarios, el funcionario aseveró que en ese aspecto está trabajando la Secretaría de Comercio y negó que se impulse un nuevo programa para evitar que esto implique un aumento en los precios: "En Comercio están trabajando con esta herramientas, y una de ellas es Precios Cuidados. Si nos dedicamos a generar mecanismos de aumentos nominales que se van en precios, no estaríamos haciendo a nada".
“La política de precios y salarios deberá ser convergente”, dijo y subrayó que “si queremos trabajar rápido no podemos pensar en diseñar nuevas herramientas. Hoy nuestros mecanismos de precios es Precios Cuidados”.
El ministro se refirió también al conflicto suscitado el lunes pasado entre un sector de la UTA enfrentado con su titular, Roberto Fernández, y en el que hubo una toma de la sede del gremio entre otros hechos de violencia. Negó que su cartera vaya a intervenir e indicó que eso “es un tema de la Justicia”.
“Fue un espanto, la peor imagen que podemos tener de lo que es el mundo laboral y sindical”, dijo el ministro. “Fue una imagen que lo único que le tiene que dar a los protagonistas es vergüenza. Es un hecho delictivo” y “cuando se comete un delito no hay problema laboral ni político, hay un problema penal”, sentenció.