Desde Madrid. La llave de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español está en manos de Oriol Junqueras, el líder de Esquerra Republicana, condenado y preso por organizar el referéndum ilegal de independencia en Cataluña en el 2017.
Después de dos semanas de negociaciones entre los socialistas y Esquerra Republicana, en las que acercaron posiciones para que el partido soberanista de izquierda se abstenga en la investidura y permita la formación del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, un fallo de la justicia europea dejó todo en suspenso.
El Tribunal de Justicia de la UE respondió al Tribunal Supremo de España que Junqueras gozaba de inmunidad desde que fue electo diputado del Parlamento Europeo el 13 de junio pasado y, por tanto, se le debería haber permitido asumir su cargo y permanecer en libertad. Algo que no sucedió por que la Justicia española se lo negó.
El fallo de la Justicia europea ha caído como una bomba en la escena política española, y ha envalentonado a Esquerra Republicana en las negociaciones que mantiene con el PSOE. La primera medida del partido independentista fue exigir la liberación inmediata de su líder. La segunda, congelar el diálogo con el PSOE hasta que la Abogacía del Estado se manifieste sobre el fallo. Eso sucederá este lunes, y Esquerra espera que la posición estatal refleje el acercamiento del Gobierno socialista con los republicanos.
Si así fuera, el plan de La Moncloa para investir a Sánchez el 30 de diciembre no está del todo perdido. Sin embargo, este sábado en un congreso nacional del partido, los republicanos dejaron en claro que lo que esperan del PSOE para dar su abstención, es mucho más.
"Irreversible"
En un video grabado desde la cárcel, Junqueras afirmó que la independencia de Cataluña es “irreversible”, y que un nuevo referéndum es “inevitable”. Por su parte, el coordinador y hombre fuerte de Esquerra, Pere Aragonès, afirmó que su fuerza se convertirá en un “rompehielos” para poner fin al bloqueo político, en alusión a encontrar acuerdos con el PSOE, pero ha señalado con mucho énfasis que esa nueva etapa solo se abrirá si “la política desplaza a la represión”.
En el lenguaje de Esquerra, terminar con la represión significa que el Gobierno español acepte negociar una amnistía para los presos por el referéndum ilegal en Cataluña, y la realización de un referéndum de autodeterminación pactado.
A esta altura, los laderos de Sánchez en la negociación con Esquerra han cedido posiciones, y es posible que para recibir su abstención creen una nueva mesa institucional que siente a negociar al Gobierno español y al Gobierno catalán. Aunque habrá que ver si allí se habla de amnistía o referéndum, y si los republicanos estarán de acuerdo.
España puede comenzar el 2020 con un Gobierno constituido, pero dependerá de Junqueras y de lo que acuerde al interior de la fuerza en los próximos diez días. En sus pensamientos se debaten la posibilidad de permitir el primer Gobierno de coalición de izquierda en décadas, su libertad personal, y el objetivo ya declarado de que su partido culmine estas negociaciones como el principal referente político en la búsqueda de la independencia de Cataluña.