La incorporación de Lisandro Cleri como titular de la Unidad Especial de Sustentabilidad de la Deuda Externa, cuerpo creado por el ministro Martín Guzmán como parte de la nueva estructura de la cartera económica, va completando el cuerpo que se ocupará de la principal cuestión estratégica bajo su órbita. La tarea de esta unidad especial, cuyo titular funcionará con rango equivalente al de subsecretario, será diseñar las políticas de deuda pública en divisas, pero no la de "renegociar" la deuda actual. Mucho menos, esta tarea podría recaer sobre las espaldas de la "comisión asesora" formada por ex subsecretarios de finanzas, también creada por Guzmán, en la cual ya se han integrado Adrián Cosentino y Daniel Marx, que conforman un cuerpo que está "por afuera" del Ministerio. Pero, entonces, ¿quién negocia con los acreedores? La respuesta de quienes están cerca de Guzmán es concluyente: el propio Martín Guzmán. 

"La responsabilidad de la negociación le compete al propio Guzmán, a él y a su equipo que trabaja bajo sus órdenes directas", aseguran desde el entorno más cercano al ministro. "El ministro es el que decide quién conversa, se comunica, concurre a reuniones o transmite mensajes en todo lo referido a la negociación; contactos que ya se están haciendo, en los cuales él centraliza las decisiones sobre la estrategia y los pasos a dar", explicó a este diario la misma fuente. 

La conformación de la Unidad Especial y la comisión asesora de la deuda funcionan como un complemento de la negociación, pero no participan de ella. Claramente, la unidad especial con Cleri a la cabeza asume la tarea que Guzmán explicitó en su primera conferencia de prensa: trazar un "sendero de superávit fiscal primario y resultados de la balanza comercial" que vayan reconstruyendo la capacidad de pago del país, y permita comprometer el pago de los futuros vencimientos "en una estructura de deuda modificada", según palabras del propio Guzmán. La comisión asesora será llamada a opinar cuando el titular de la cartera económica así lo decida, para emitir recomendaciones que, por cierto, no son "vinculantes" (de cumplimiento obligatorio). 

Dicha unidad especial está en la órbita del secretario de Finanzas, Diego Bastourre, a quien remite en forma directa Cleri, y por supuesto ambos a Guzmán. Hay otra pieza fundamental en este armado: Sergio Chodos, quien fuera propuesto por el país como Director del Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional. Dado el cargo que ocupa, Chodos será un nexo permanente entre Guzmán y el staff del Fondo, más allá de otras vías de contacto que el ministro mantiene con el organismo financiero. Se considera que Chodos, además, será un participante activo, en ciertas circunstancias, de las reuniones de la Unidad Especial de Sustentabilidad de la Deuda Externa. 

El ministro diseñó la estructura a su gusto y necesidad, aseguran. Ni siquiera se lamenta de algún costo no deseado por sus decisiones. "Para Guzmán está claro que si alguien le atibuyó en algún momento a Marx, o a Cosentino, que iban a cumplir algún rol central en las negociaciones de la deuda, no fue por un rumor promovido por ellos, sino una lectura equivocada, o probablemente malintencionada, desde afuera de este espacio". 

Lisandro Cleri fue director de operaciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses y lo secundarán otros técnicos provenientes del mismo FGS. Al igual que Bastourre, proveniente del Banco Central, tiene una vasta experiencia en la gestión pública, antecedente que Guzmán valoró al formar su equipo. Pero el investigador de la Universidad de Columbia sabe que la tarea de reestructurar la deuda está sobre sus propios hombros. Cuenta, para la tarea, con colaboradores locales pero también externos. Entre estos últimos, un premio Nobel de Economía que desde Nueva York se ocupa, informalmente, de la presentación del programa económico de su discípulo y acercar posiciones a su propuesta de reperfilamiento de la deuda.