Los principales partidos de la oposición chilena exigieron la renuncia del intendente de Santiago de Chile, Felipe Guevara, por autorizar el despliegue de un millar de carabineros en Plaza Baquedano, lo que derivó en graves disturbios y el atropello de un joven manifestante.
El joven de 20 años, identificado como Óscar Pérez, fue aplastado por dos tanques lanzagases de los Carabineros (Policía militarizada) durante una manifestación en la capital chilena, por lo que fue hospitalizado con una fractura en la pelvis.
El Partido Socialista (PS) condenó la "represión policial contra las manifestaciones pacíficas de la ciudadanía" y la destitución del general director de Carabineros, Mario Rozas.
"El acto de violencia extrema e inaceptable contra el joven Óscar Pérez da cuenta del absoluto y total descontrol del actuar de las Fuerzas Especiales de Carabineros", apuntaba esa fuerza política a través de un comunicado de prensa.
Más tarde se sumó el portavoz del grupo parlamentario de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, quien calificó de "extremadamente graves e inauditos" los sucesos del viernes, incluido el "brutal atropello de un joven por carros blindados" y por ello pidió que Guevara "dé un paso al costado y renuncie".
Según el último informe del INDH, desde el 17 de octubre hasta el 20 de diciembre, se han registrado 3.557 personas heridas: 359 casos de lesiones oculares, 2.040 heridos por disparos y 200 por gas lacrimógeno.