“Si yo jugaba contra Belgrano de Córdoba no nos íbamos a la B”, lanza un convencido Mariano Sapetti. ¿Jugador profesional de fútbol? No. Hincha de River Plate y realizador audiovisual con una vasta trayectoria en Encuentro, que se propone el desafío de jugar para el club de sus amores y contarlo en una serie. El Quijote de la Banda no es una ficción, ni un mockumentary, aunque tiene un poco de ambos. Se trata de un docureality de seis episodios dispuestos en UN3 TV, la plataforma de contenidos on line de la Universidad de Tres de Febrero. Su protagonista es la encarnación del “nada es imposible” acuñado por cierta marca deportiva. Asegura haberse probado más de una vez en River y dice tener más olfato goleador que Rogelio Funes Mori. El mayor inconveniente es que tiene más de 40 años. Para ser más detallistas, nació un año antes de que el equipo de Núñez lograra el torneo anhelado torneo de 1975.
Lo que describe, entonces, es el intento francamente ridículo de un tipo que debe pelear contra mucho más que molinos de viento para enamorar a su Dulcinea Toboso. En ese ínterin contactaron a Rodolfo D’Onofrio, obtuvieron un premio del Fondo Nacional de las Artes y lograron la exhibición digital. Y como todo en todo proyecto quijotesco no falta un Sancho Panza. Su nombre es Alejo Geffner, colega de Sapetti y cameraman 24X7, quien tiene más fe en concretar el anhelo que el propio protagonista. Lo mejor de la empresa pasa por su backstage, cuando se ve a los realizadores trabajando con el material crudo -entre incrédulos y fascinados- de lo que van logrando. Las instantáneas no se detienen. Entrenar. Conseguir contactos de directivos del club. Merodear el Monumental. Esperar por el momento adecuado como cuando se enteran de que el plantel del Muñeco atraviesa lesiones e intoxicaciones varias. “Llamalo a Gallardo ahora, decile que me necesita”, le exige a una asistente de producción.